“LA LEY DE SEGURIDAD INTERIOR INSTITUCIONALIZA LA TRAGEDIA”
En estos días, el Congreso de la Unión discutirá, para su aprobación, la iniciativa Ley de Seguridad Interior, que tiene como finalidad reglamentar la participación de las fuerzas armadas en la actual guerra contra el narco, la migración indocumentada y el terrorismo.
Sin embargo, dado que dicha guerra, iniciada por el presidente Felipe Calderón y patrocinada por Estados Unidos mediante la Iniciativa Mérida, ha resultado inútil, contraproducente y devastadora para la sociedad, los derechos humanos y las instituciones democráticas de gobierno, y asimismo porque tal guerra no responde al bien de México ni de su pueblo, sino a los intereses económicos y militares de Estados Unidos, las legisladoras y legisladores no deben aprobarla.
En Estados Unidos las fuerzas armadas no andan en las calles combatiendo a balazos al narco; tampoco lo realiza policía alguna. ¿Por qué México sí lo hace, no obstante que después de 10 años de guerra se han multiplicado el poder de fuego e intimidación de la delincuencia organizada, los secuestros, trata de personas, desapariciones y asesinatos?
En lugar de institucionalizar la tragedia sin precedente que padecemos aprobando la Ley de Seguridad Interior, el Congreso debe legislar alternativas sanas, eficaces y soberanas de seguridad pública y humana.