Meade: En 2018 México decidirá entre “un cambio con rumbo o un salto al vacío”
Desayunó con Enrique de la Madrid y recibió el apoyo de priístas de los estados
José Antonio Meade Kuribreña advirtió que en la elección presidencial de 2018 el país “enfrentará una decisión histórica, entre un cambio con rumbo y un salto al vacío” y, en respuesta al señalamiento de señoritingo, que le hizo Andrés Manuel López Obrador dijo: “No le pegó a ninguna de las tres. Yo le agradezco la primera, la de joven, de espíritu y de corazón, sin ninguna duda. La parte de arrogancia es lo único que no queda con mi persona, y lo de acomodado tampoco”.
Durante una reunión con los presidentes y secretarios generales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los estados, y después de un desayuno con el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, Meade les pidió “con toda humildad” respaldar su aspiración de ser el candidato presidencial, y los llamó “a defender mucho lo que hemos construido” en el sexenio de Peña Nieto y “hacerse cargo de ello”.
Insistió en que el próximo año México “enfrentará la decisión entre la experiencia y la ocurrencia; una decisión muy relevante, dar seguimiento y consolidar los muchos esfuerzos, reconociendo que la realidad impone que hagamos cambios y modificaciones”.
Explicó que el PRI requiere aprovechar la experiencia del priísmo en los estados el próximo año, “hacer equipo, construir una propuesta vigorosa, y necesito que caminemos juntos”.
Ayer, los 32 comités directivos estatales continuaron con la cargada en favor de Meade y en la explanada de la sede nacional del tricolor, no sólo le entregaron su carta de respaldo para que el domingo solicite su registro como aspirante a la precandidatura. También, cada uno de los dirigentes tomó el micrófono, en una especie de competencia de aplausos y elogios para el ex secretario de Hacienda, quien respecto de su relación con el partido, indicó: “estoy sumado a la invitación de trabajar juntos, militantes y simpatizantes”.
El primero en intervenir fue el delegado en funciones de presidente del PRI capitalino, Eruviel Ávila Villegas: “¡Vamos a llevar a la silla presidencial a Pepe Meade. Ningún aspirante o precandidato o candidato de los otros partidos, que ni los menciono porque no tiene caso perder el tiempo, ninguno le llega a los talones a nuestro gallo, ¡Pepe Meade!”
En la euforia, el ex gobernador del estado de México estuvo a punto de irse de bruces: “El comité directivo estatal está de manteles largos. Sé que tuvieron que recorrer grandes distancias para poderse encontrar con nuestro abanderado, Pepe Meade. La idea, señor candidato... señor aspirante a candidato –vale la pena precisarlo– que de corazón ya lo es, solamente tenemos que cubrir los requisitos legales de la convocatoria”.
Con todo, Ávila Villegas continuó: “Pepe Meade es un hombre honesto, transparente, sencillo, austero, maneja su coche, un híbrido, inclusive, a veces –con respeto– su esposa Juana (Cuevas Rodríguez) le maneja a él”.
Nadie quiso quedarse detrás en los elogios. El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Jorge Estefan Chidiac, a quien el aspirante priísta se refiere siempre como Charbel y que durante años fue secretario particular de Dionisio Meade, el padre del ex secretario de Hacienda, afirmó que los priístas poblanos impulsaron y lograron en la 22 asamblea nacional la apertura a simpatizantes.
“Lo hicimos pensando en ti como candidato, Pepe. ¡Te conozco desde que tenías 13 años, desde la secundaria! Te he visto crecer, te he visto formarte al lado de un gran señor, Dioniosio Meade. Nos comprometemos a ser un gran ejército, que se rompa la cara por ti”, exclamó.
José Leoncio Pineda, fue más allá: “El PRI de Hidalgo es el más priísta del país. ¡Nos sumamos a tu gran proyecto!” El guanajuatense Santiago García López sostuvo que hay nerviosismo en el PAN. “Se me acercan panistas porque vamos a ganar con Meade”, dijo. Y el de Colima, Rogelio Rueda, afirmó que incluso “anti priístas cambiaron de decisión”, porque ahora votarán por Meade, y también juró que la asamblea 22 tuvo como propósito, no sólo “abrirte las puertas, ¡sino los brazos!”