Independentistas catalanes presentan recurso contra aplicación del artículo 155
Desde Bruselas, Puigdemont insiste en la vía de la unilateralidad
La Casa Blanca, que el miércoles insistió en que Trump había retuiteado los videos para reiterar su punto de que existe una amenaza del “islam radical”, este jueves –en palabras de la vocera Sarah Huckabee Sanders– afirmó que el presidente, al circular los videos por su cuenta de Twitter, sólo estaba “elevando la conversación” para abordar una “amenaza real; y esa es la violencia extrema y el terrorismo extremo”.
Al respecto, el Washington Post opinó en su editorial de este jueves que la Casa Blanca se expresó correctamente al indicar que los tuits de Trump han enfocado la atención sobre un gran problema nacional: “Pero el peligro en cuestión no es el representado por una amenaza musulmana imaginada, sino por la ideología ultraderechista y antimusulmana”. Indicó que la FBI registra un incremento dramático de los crímenes de odio contra musulmanes en los pasados dos años, llegando a sus índices más altos desde el 11-S. “La promoción de propaganda maliciosa por Trump arriesga mayor violencia y envalentona a aquellos que desean generar odio”.
Por otro lado, siguen cayendo hombres poderosos en el mundo de los espectáculos –tanto Washington como Hollywood– ante la ola de denuncias de comportamientos sexuales “indebidos”. Hoy le tocó al legendario empresario del hip-hop, Russell Simmons, quien anunció su renuncia a la empresa de música y cultura que él fundó. El representante republicano por Texas, Joe Barton, anunció que no buscará la relección después de que imágenes sobre sus aventuras sexuales fueron compartidas. Los demócratas se voltearon ahora, después de titubear, contra su colega y representante de mayor antigüedad en la cámara baja, John Conyers, exigiendo su renuuncia tras revelaciones de abuso de poder contra empleadas de su oficina.
En un tuit, alguien comentó que cada vez que hay una alerta noticiosa sobre alguna celebridad, se prepara para otra desilusión por algún abuso de poder y que es un alivio cuando sólo es la noticia de su muerte. En plena precampaña para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, los independentistas catalanes con representación en el Congreso de los Diputados se aliaron con Unidos Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias, para presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) por la aplicación del artículo 155 en Cataluña. La denuncia requería ser presentada por al menos 50 diputados, lo que hizo necesario el apoyo del partido morado.
Unidos Podemos y los independentistas Partido Demócrata de Catalunya (nacionalistas conservadores) y Esquerra Republicana de Catalunya volvieron a unir fuerzas para sacar adelante la denuncia ante el TC para que resuelva si la forma en que se aplicó el artículo 155 de la Constitución fue ajustada a derecho.
El 27 de octubre, el mismo día de la declaración unilateral de independencia por el Parlamento catalán, el Senado español autorizó aplicar el citado artículo. Al día siguiente, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció una batería de medidas: el cese del gobierno catalán en pleno, la disolución de las cortes y la convocatoria a elecciones autonómicas.
Las formaciones independentistas ya habían anunciado su intención de recurrir al TC, pero no lograban sumar los 50 diputados requeridos, por lo que decidieron presionar a Podemos para que se sumara a la denuncia. Después de dudar algunos días, el propio Iglesias anunció su respaldo, pero insistió en que la presentaban en solitario.
Este recurso ante el TC se suma al que ya presentó en su día la Generalitat de Cataluña, apenas minutos después de su aprobación en el Senado y cuando todavía estaba al frente del gobierno el ex presidente Carles Puigdemont.
Desde Bruselas, donde se encuentra refugiado desde finales de octubre junto a cuatro ex consejeros, Puigdemont insistió en que en su proyecto de país no se descarta la vía unilateral para proclamar la independencia. “Si delante tenemos a alguien que no excluye la unilateralidad, como decidir la aplicación del artículo 155 sin consultarlo con los catalanes, nosotros no podemos descartar nada”, advirtió.