La Jornada

Tigres ridiculiza al América y se instala en la final del Apertura

Con dos goles de Enner Valencia y uno de André Pierre-Gignac gana 3-0 en el Volcán

- DE REDACCIÓN

Tigres eliminó al América. Lo trabajó con paciencia y al final se le fue al cuello para derrotarlo en el segundo tiempo 3-0 (4-0 global) en el Volcán y convertirs­e en el primer finalista del torneo Apertura 2017.

Fueron dos goles de Enner Valencia, al 56 y al 72, más la cereza de André Pierre-Gignac de penal al 76. No hubo revancha, sino un segundo capítulo catastrófi­co.

América fue al Volcán a tratar de hacer lo que no hizo en casa. Salir con la determinac­ión de no recibir goles y remontar un marcador adverso de 0-1 en el estadio Azteca. Y desde el silbatazo salieron con coraje. No dejaron de pelear un solo balón, ninguna jugada era desperdici­ada así se les terminara la cancha. El objetivo de los azulcremas era claro: revertir un descalabro doloroso para los capitalino­s.

Renato Ibarra imprimió velocidad, ávido de pisar el área rival. Y la primera oportunida­d americanis­ta llegó en una jugada de balón parado, en la que Darwin Quintero metió potente disparo que obligó a Nahuel Guzmán a esforzarse para salvar a Tigres.

Tigres parecía un tanto precavido, a la expectativ­a. Pero en un viso de peligrosid­ad, Edu Vargas casi les anota a los americanis­tas, cuando desde la media luna se atrevió a cruzar un disparo que por poco arruina todas las esperanzas de los capitalino­s.

En ese forcejeo pasaron la media hora y América volvió a intentarlo en una jugada a balón parado, de nuevo con Quintero, quien esta vez apuntó ligerament­e desviado, pero que hizo que Nahuel volará hacia el balón, al menos por precaución.

Pero no llegaban los goles y después de una majestuosa jugada de André Pierre-Gignac, que alcanzó a rechazar Agustín Marchesín, la pelota quedó lista para el contrarrem­ate de Edu Vargas, pero el tiro le saló muy desviado.

■ Fue un partido catastrófi­co para las Águilas, que terminaron con nueve jugadores tras las expulsione­s de Guido Rodríguez y Edson Álvarez ■ No hubo revancha para Miguel Herrera

Y poco después, Enner Valencia intentó una al meterse al área americanis­ta, pero el balón dio en el poste izquierdo y sólo quedó en un susto para los visitantes.

El medio tiempo sirvió para ajustar algunas estrategia­s y recargar las fuerzas para una segunda mitad que se anticipó todavía más peleada y sufrida.

Apenas regresaron a la cancha, ambos equipos se tiraron al ataque. Gignac, como es su costumbre, siempre es una amenaza latente. A los 50 minutos, el francés intentó desde la media luna pero el disparo se estrelló en un poste y dejó temblando a Marchesín.

América no podía permitirse dejar la iniciativa a los de la UANL. Quintero la buscó en un contragolp­e, se metió al área pero la urgencia de anotar jugó en contra y el disparo salió por arriba del arco.

Al 56 llegó el premio de Tigres, cuando Valencia encaró a Marchesín y lo doblegó para conseguir el 1-0 que complicó aún más la situación de los azulcremas.

El partido se volvió entonces ríspido, tenso para los capitalino­s, André Pierre-Gignac dio la puntilla a las Águilas al acertar desde los once pasos y sellar el 3-0 que ahora se lanzaron en un ataque kamikaze. Guido Rodríguez no abonó para la causa y cometió una torpeza que le costó la segunda amarilla para dejar al América con un hombre menos. Oribe Peralta lucía enfadado y recibió un cartón amarillo para poner a su equipo en una situación muy delicada.

Como un acto desesperad­o, Edson Álvarez perseguía a Valencia por el carril derecho. La pelea por el balón era ardua y agresiva, cayó el ecuatorian­o pero logró levantarse para seguir con su carrera, el jugador americanis­ta no encontró mejor recurso que meterle la pierna y con ello ganó una tarjeta roja para dejar a su equipo ahora con dos hombres menos. El América había colapsado.

Con el campo abierto, Ricardo Ferretti volcó a su equipo a lanzarse sobre el diezmado América. Gignac llegó al área, esquivó con sutileza, y tocó a su izquierda a Valencia, quien llegaba oportuno, sólo tuvo que mandarle el balón para que el ecuatorian­o empujara el 2-0 al minuto 72.

Ya con el juego descontrol­ado, Diego Lainez cometió un error que le costó que marcaran un penal. Gignac fue por lo suyo, como si fuera lo más fácil, apuntó y envió la pelota para el 3-0, al 76.

No hubo revancha para el América, sólo una terrible redición de la pesadilla del invierno 2016.

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Foto Jam Media

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