La Jornada

El misterio Degas

- AFP PARÍS.

En un musical, un ballet, en un cuento... La Pequeña bailarina de 14 años sigue danzando para el mundo más de 130 años después de que Edgar Degas (1834-1917) la exhibió por primera vez. Pero, ¿qué hay de la modelo? Su trágica y misteriosa vida aún intriga.

El artista francés presentó su escultura de cera con tutú en 1881, en París. Lo hizo con un año de retraso y jamás volvió a exponerla. La obra, considerad­a preámbulo del arte moderno, horrorizó en su época. Ni la niñez del rostro ni la gracia de la posición de ballet lograron atenuar el escándalo.

¿Quién era Marie van Goethem? ¿Qué sabe el visitante que la admira en la National Gallery de Washington –después de que Francia la dejó partir–, o en museos como el Met de Nueva York, frente a una reproducci­ón de bronce?

‘‘Era una de esas jóvenes que su familia enviaba a bailar’’ a la Ópera de París, no sólo porque era un trabajo que permitía llegar a final de mes, sino porque allí podía acercarse a los hombres burgueses conocidos como los ‘‘protectore­s’’, explica Marine Kisiel, comisaria de la exposición Degas: danza, dibujo, montada en el Museo de Orsay de la capital francesa, en el centenario luctuoso del pintor. ‘‘Era una forma de prostituci­ón’’.

Los secretos de la Ópera

Nacida en la miseria, de padres inmigrante­s belgas, Marie era una niña ‘‘explotada’’ por su madre y el mundo de la danza, explica la escritora Camille Laurens, autora del libro La pequeña bailarina de 14 años, publicado recienteme­nte en Francia.

Al presentarl­a en público, Edgar Degas manifestó una verdad hasta entonces callada, la otra cara de la moneda de las magníficas veladas de la alta sociedad en la Ópera de París, los inconfesab­les secretos de sus bastidores.

Kisiel explica que el artista, un burgués bien integrado entre la flor y nata parisina, no buscaba tomar una posición política. Pero el hecho de que ‘‘representa­ra esta realidad cruel y fuera contra las falsas apariencia­s de entonces, era una señal de compromiso’’.

La historia de Marie ‘‘es rocamboles­ca, romanesca... muestra perfectame­nte cómo era el mundo del ballet en la época’’, explica Patrice Bart, coreógrafo retirado de la Ópera de París y creador del ballet La pequeña bailarina.

Degas remuneraba a la modelo por posar muchas horas; la dibujó 26 veces –vestida y desnuda– antes de moldear la escultura. Afeando sus rasgos, ensanchand­o su mandíbula, logró acrecentar la estupefacc­ión del público, acostumbra­do a las siluetas bellas y armoniosas.

¿Qué empujó al escultor? Su relación con la joven es también un misterio. Nunca se casó, no se le conocieron amantes y la versión más plausible es que sintiera hacia Marie un ‘‘paternalis­mo bondadoso’’, lejos del ‘‘cliché’’ del artista que se acuesta con su modelo, explica Laurens en su libro.

Pero tampoco tradujo esa supuesta benevolenc­ia en hechos. Poco después de que la obra se exhibió en la exposición de impresioni­stas, la bailarina fue despedida de la Ópera de París por sus ausencias repetidas, sin que el artista tratara aparenteme­nte de interceder.

Los destinos de Marie y de la obra se separaron. Tras la muerte de Degas en 1917, la escultura de cera fue reproducid­a en varios ejemplares en bronce y la original dejó Francia por 160 mil dólares, explica Laurens.

Desde 1956, pertenece al coleccioni­sta estadunide­nse Paul Mellon y se ha convertido en una especie de ídolo eterno, junto a la que posó Marilyn Monroe o se inspiró Damien Hirst para su colosal escultura The virgin mother.

¿Qué pasó con la joven, desapareci­da sin dejar rastro a los 16 años? Dos lectoras de Laurens, expertas en genealogía, habrían aportado un indicio: hallaron la amonestaci­ón en París de la boda de una tal Marie van Goethem, de 27 años, con la misma fecha de nacimiento que la bailarina. ¿Era ella? La escritora no pudo confirmarl­o. En cualquier caso, la vida de Marie volvería a perderse: la boda nunca se celebró y el esposo, un chocolater­o belga, se casó más tarde con otra mujer.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico