Trump respalda a Moore; prefiere a un pederasta en el Congreso que a un demócrata
La SC autoriza prohibir el ingreso a EU a ciudadanos de países de mayoría musulmana
El presidente Donald Trump respaldó a un sospechoso de pedofilia, ofreció un regalo más a las empresas petroleras, afirmó que su ex asesor de Seguridad Nacional acusado de mentir a las autoridades fue tratado “injustamente”, insultó a la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), obtuvo un triunfo judicial para sus medidas antimusulmanas, huyó de las artes... y apenas es lunes.
El candidato republicano al senado federal por Alabama, el juez Roy Moore, fue oficialmente respaldado este lunes por Trump, a pesar de que ha sido acusado de hostigar sexualmente a por lo menos nueve mujeres, casi todas cuando eran adolescentes (la más joven tenía 14, otra 17), esto sucedió cuando se desempeñaba como fiscal y tenía más de 30 años de edad. Trump, efectivamente, declaró que es preferible un pederasta que un demócrata, en un tuit publicado esta mañana: “La negativa de demócratas a dar un solo voto para los recortes masivos de impuestos es la razón por la cual necesitamos que el republicano Roy Moore gane en Alabama. Necesitamos su voto para frenar el crimen, la inmigración ilegal, el muro fronterizo, los militares, Pro Vida (antiaborto), 2a enmienda (derecho a las armas privadas) y más...”, y acusó que su contrincante es sólo un títere del liderazgo demócrata del Congreso.
Moore, suspendido por un tiempo como juez por rehusarse a acatar órdenes judiciales, incluida una para retirar un monumento a los Diez Mandamientos que él ordenó instalar frente a un edificio judicial, se ha negado a renunciar a su candidatura a pesar de las solicitudes del liderazgo legislativo republicano, mientras se han multiplicado las acusaciones independientes de abuso sexual. Moore rechaza todas las acusaciones (aunque aún no ha explicado la razón por la cual un mall en su pueblo le prohibió el ingreso debido a que, al parecer, acudía para ver a las adolescentes trabajando o paseando por ahí).
Hablando de abuso, un caso de difamación contra el presidente presentado por Summer Zervos, una concursante de su viejo programa El aprendiz y una de las 16 mujeres que públicamente han denunciado a Trump por hostigamiento sexual, está ante un tribunal esta semana donde un juez determinará próximamente si prospera o no el caso. Trump afirma, y la Casa Blanca lo ha repetido oficialmente, que todas estas mujeres mienten. Zervos afirma que eso es difamación. Si el caso procede, existe la posibilidad de que se presente más información sobre el comportamiento de Trump e incluso hasta obligarlo a testificar.
Por otro lado, en una visita relámpago a Utah, Trump proclamó la reducción drástica de dos reservas de naturaleza federales en ese estado, abriendo cientos de miles de hectáreas de lo que era terreno público a intereses privados; regalo que agradecieron empresas petroleras, mineras y rancheros. Indígenas y ambientalistas anunciaron que combatirán esta medida en los tribunales.
Poco antes de viajar, Trump criticó la investigación del fiscal especial Robert Mueller por el trato “injusto” a su ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien ahora –después de declararse culpable de mentir a la FBI– está cooperando con la investigación federal sobre las interacciones del círculo de Trump con los rusos en las elecciones y una posible obstrucción de la justicia. “Me siento mal por el general Flynn (...) Ha llevado una vida muy fuerte”, comentó el presidente a periodistas, y agregó que “Hillary Clinton mintió muchas veces a la FBI y no sucedió nada, Flynn mintió y destruyeron su vida, y creo que eso es una pena”. La FBI nunca acusó a Clinton de mentir.
El domingo, aun antes del amanecer, Trump lanzó una de sus “tormentas de tuits”, atacando a la principal agencia federal de seguridad pública, acusando que “está hecha trizas; lo peor en la historia”, y prometió rescatar su “grandeza”. Nadie recuerda algo parecido en que un presidente públicamente ataque a una de las agencias del Departamento de Justicia.
Y hablando de justicia, la Suprema Corte –ya exhibiendo cada vez más el efecto de contar con el nuevo juez conservador nombrado por Trump entre sus nueve integrantes– autorizó este lunes al Ejecutivo implementar por ahora su prohibición a viajeros procedentes de seis países de mayoría musulmana (también afecta a norcoreanos y a algunos funcionarios venezolanos y sus familias). No es un fallo final, y proceden los casos que cuestionan la legalidad de estas medidas en tribunales inferiores, aunque se espera que el asunto regresará a esta máxima instancia judicial al culminar el proceso legal.
La prohibición se aplicará contra viajeros de Chad, Irán, Libia, Siria y Yemen. Tribunales federales en varias partes del país han fallado de manera preliminar en contra de diferentes versiones de la prohibición en el transcurso de este año.
Por otro lado, Trump y su esposa, Melania, estuvieron ausentes del festejo anual de las artes vivas del Centro Kennedy el domingo, donde tradicionalmente los condecorados –reconocidos por sus carreras– están sentados al lado del mandatario estadunidense y de la primera dama. Los premiados fueron el legendario productor de televisión Norman Lear, la bailarina Carmen de Lavallade, el músico y productor Lionel Ritchie, el rapero y actor LL Cool J y la cantautora Gloria Estefan. La Casa Blanca avisó en agosto que el mandatario no asistiría, después de que varios de los honrados declararon que rehusarían presentarse a la recepción tradicional en la Casa Blanca con los Trump como anfitriones. Esta es apenas la cuarta ocasión en que no se ha presentado un presidente (ya sea porque estaba fuera del país o ante una crisis urgente) y siempre la primera dama representaba al mandatario.
Aparentemente, el arte es peligroso.