Jóvenes bailarines muestran técnica, fuerza y júbilo por pisar un escenario
Temporada de invierno de escuela de danza en el teatro Flores Canelo del Cenart
Estudiantes de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que anhelan en el futuro presentarse con las mejores compañías de ballet del mundo, comenzaron el pasado miércoles como cada año su temporada de invierno en el Teatro Raúl Flores del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Jóvenes de la licenciatura de danza clásica, línea de trabajo de bailarín, comenzaron la función con un fragmento de La sílfide, coreografía de Mikhail Fokine. Las bailarinas con vestidos blancos y tocados de flores mostraron lo aprendido de la técnica de puntas y el movimiento de brazos.
La música de Frederic Chopin fue la guía de los movimientos de las intérpretes en este montaje realizado por Alejandro Silva. Al final, familiares y compañeros de las chicas les brindaron un fuerte aplauso.
Para la siguiente pieza, Don Quijote (un fragmento del primer acto), los alumnos se mostraron más relajados y disfrutaron en el escenario la coreografía de Marius Petipa, que fue adaptada para la temporada de invierno por la bailarina y maestra Irma Morales.
Con panderos, ellos, y elegantes vestidos rojos, ellas, este ballet transportó al público a las calles de España gracias a la proyección en el escenario de imágenes de ese país. En medio del silencio y de la oscuridad del teatro se escuchaba por momentos el sonido del pandero que acompañaba la interpretación.
De Kenneth MacMillan, en versión libre de Carlos A. Rodríguez, se interpretó Mascarada, el primer acto del ballet Romeo y Julieta, en la que los jóvenes compartieron sus habilidades artísticas.
Fue gratificante que el programa incluyera diversas obras que permitieron a los jóvenes mostrar técnica y fuerza, así como su alegría por pisar un escenario.
Pas de deux Silvya, de Balanchine
Un momento divertido y lleno de color fue cuando se interpretó Suite de jazz, con música de Claude Bolling y coreografía de Carlos López.
Con vestidos colores turquesa, azul y verde, 11 bailarinas contagiaron al público de su alegría porque en cada movimiento se veía la sonrisa en los rostros. Esta pieza requirió de las chicas mucha sincronía en pasos y movimiento de brazos.
La gala de los estudiantes finalizó con el Pas de deux Silvya, de George Balanchine, con adaptación de Francisco Martínez. La obra mostró los giros y saltos que pueden ejecutar los jóvenes bailarines.
La temporada de invierno de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBA concluirá este domingo; las funciones son a las 10:30 y 12:30 horas, hoy y mañana a las 10:30 en el teatro Raúl Flores Canelo del Cenart (avenida Río Churubusco, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro).