El Premio SCImago 2017, para revista educativa de la Facultad de Medicina
Cumple seis años de vida; es consultada en los cinco continentes
ncrédulos y ateos, al final de la segunda década del tercer milenio, siguen considerando que dos periodos del año constituyen desagravios del bien en favor del mal: Navidad y Semana Santa, la primera dedicada a celebrar el nacimiento de Jesucristo en Belén, aldea cercana a la conflictiva y conflictuada Jerusalén, y la segunda, a conmemorar la pasión y muerte de ese personaje tan venerado como utilizado.
Consideran asimismo que en realidad se trata de dos despiadados desquites de Satanás: Cristo atestigua cómo ofuscados participantes en festividades y conmemoraciones en su honor se someten a variopintos padecimientos físicos y económicos, sin que pase de ahí, pues sabe que sus iglesias tienen bastante responsabilidad en tamaños extravíos. Por su parte, el maligno evoca, satisfecho, las tentaciones que airosamente le fueron rechazadas en el desierto por un carpintero metido a predicador.
Navidad y Semana Santa, en siniestra contradicción con el espíritu que las animó, se reducen a infernales temporadas de enajenación colectiva y consumo compulsivo, reuniones y regalos, pesebres y negocios, crucifijos y bikinis, al grado de no saber dónde hay más ridiculez, si en el celebrado, en los celebrantes o en los celebradores. En cambio, la devoción emergente, el comercio y los brindis adquieren una formalidad abrumadora.
¿Cómo protegerse de estos desquites entre notables? Difícil efectuar una revisión menos tímida de valores al uso, costumbres familiares y tradiciones aprobadas por las instancias del poder establecido. Mejor volver los ojos al sano principio de descreer lo que al sistema le interesa que creamos, compremos, repitamos y desechemos. Reconocer que el dios del planeta sigue siendo el dinero y que el único demonio sobre la tierra es el ser humano y su reducida conciencia para entender la vida, respetarla y saber vivirla.
Obsesionados con una idea estrecha de poder que arrasa con lo que se le oponga, los metidos a amos del mundo prefirieron inventar demonios y responsabilizarlos de cuanta injusticia y exceso se comete. Por ello, a gobiernos y religiones les resulta más práctico mentir que educar, amenazar que convencer o cambiar capitales que conciliar, en tanto luzbeles y demás “ángeles malos” deben cargar con el origen del mal y la infinita sucesión de estupideces que ocasiona, repito, la baja conciencia de los seres humanos, temerosos y manipulados, pero celebradores. En la ciudad de Pachuca, Hidalgo, se iniciará en 2018 la construcción de un Centro Alterno de Monitoreo (CAM) del Servicio Sismológico Nacional (SSN), a fin de garantizar la operación ininterrumpida de este organismo ante cualquier evento o falla de las instalaciones ubicadas en Ciudad Universitaria, en la capital del país.
El proyecto comenzado en 2017, con inversión total de 326 millones de pesos aportados por la Secretaría de Gobernación, considera la colocación de al menos 38 nuevas estaciones de monitoreo de banda ancha y equipo acelerográfico para ampliar la red sísmica de México.
Además de estos nuevos equipos se prevé la elaboración de mapas de intensidades sísmicas para las ciudades que las requieren debido a las características de su terreno, como Guadalajara, Oaxaca, Puebla, Morelia, y una más todavía por definirse. Esta parte del proyecto es desarrollada de manera directa por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
También ya hay un acuerdo inicial entre la máxima casa de estudios y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) para instalar en esta entidad –en sitio todavía por definir– un segundo centro de información y verificación de datos sísmicos, que aunque sería más modesto, serviría para respaldar y recibir información ante cualquier eventualidad que ocurriese a ambos sitios.
Con el propósito de apoyar y mejorar esta obra en sus varias vertientes, la UNAM recibió, adicionalmente a su presupuesto para 2018, 106 millones de pesos etiquetados para mejorar la infraestructura y operación del SSN. “Esto implicará –la creación del CAM, ampliación de la red sísmica y modernización de los equipos– que la sociedad y las autoridades tengan de manera certera toda la información necesaria de los sismos ocurridos en el país, insumo esencial para la toma de decisiones”, dijo Xyoli Pérez Campos, jefa del Sismológico.
Espejo de información
En entrevista con La Jornada, la especialista explicó que el CAM sería un “espejo” de todas las operaciones y la información que recibe del SSN. “Es decir, que lo mismo que esté pasando aquí, los mismos datos e información que recibimos, los mismos procesos de análisis y publicación estén allá también, de tal manera que si aquí hay una falla por alguna razón, allá se esté en la posibilidad de dar atención a la emergencia”.
Asimismo, explicó que la elección de Pachuca se debe, entre muchos otros factores, a su cercanía a la capital del país, la mayor resistencia de su suelo a fenómenos sísmicos, su lejanía de las costas y eventualmente de los huracanes y el impulso que se le está dando como polo de desarrollo tecnológico y del conocimiento, donde el Instituto Única publicación para la enseñanza en ciencias de la salud consultada en los cinco continentes, la revista Investigación en Educación Médica (RIEM), editada por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recibió el Premio SCImago 2017 a la mejora continua de Revistas Científicas de México.
El galardón, otorgado por el Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica, se debió al factor de impacto internacional, proyectado en un intervalo corto –aproximadamente tres años–, en el que la publicación ascendió de la categoría En Desarrollo, a la cuarta y más alta, correspondiente a Competencia Internacional, según la evaluación anual que realiza el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
“Lograr este factor de impacto es resultado del esfuerzo continuo, del apoyo a las publicaciones académicas en la UNAM. Este tipo de revistas duran poco tiempo, pero la nuestra lleva seis años y ya tenemos los textos de investigaciones para todo 2018”, comentó Melchor Sánchez Mendiola, editor general de la RIEM.
En un comunicado, el también coordinador de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular de la UNAM mencionó que ésta es la única revista en el país sobre investigación para educación en ciencias de la salud, con énfasis en el área médica, pero “está abierta a otras disciplinas de la salud, como odontología, enfermería y veterinaria”.
La publicación trimestral de la FM, con información altamente especializada, es gratuita, con mil ejemplares impresos por tiraje y se encuentra disponible en línea, en la dirección http://riem.facmed. unam.mx. Tiene registros de consultas en los cinco continentes.
En las estadísticas mundiales de publicaciones, México produce alrededor de 0.87 por ciento. La mayoría de los artículos abordan las ciencias biológicas o ciencias duras, no medicina, por lo que no existía un medio de divulgación de estas investigaciones en el país, aun cuando tenemos alrededor de 150 escuelas de medicina, dijo Sánchez Mendiola.