La Jornada

Entrelazan estupidez por el consumismo, violencia, corrupción y crisis en México

De Alejandro Ricaño, se escenifica en foro del Cenart

- FABIOLA PALAPA QUIJAS

organizado­res lo tuvieran como un propósito básico, el coloquio internacio­nal celebrado el fin de semana pasada en Matanzas para recordar el centenario del nacimiento de Dámaso Pérez Prado se convirtió en una muestra más de la importanci­a de la cultura popular en las relaciones entre Cuba y México: desde la música, el cine y el teatro de revista hasta la danza y la literatura. Así lo demostraro­n los especialis­tas locales que asistieron, como Radamés Giro, Rafael Lam, Rosa Marquetti, Vivian Martínez, Yanira Marimón y Ulises Rodríguez; los mexicanos Pavel Granados y Leopoldo Gaytán Apaez y el colombiano Sergio Santana.

Este gran encuentro igualmente sirvió para llamar la atención sobre la necesidad de recuperar una de las aportacion­es más importante­s de Cuba al mundo: la música y quienes la divulgaron por el planeta. Mezcla de la herencia que trajeron y conservaro­n en el Caribe los esclavos arrancados bárbaramen­te de África, y de los ritmos de los colonizado­res, esa música tuvo en la primera mitad del siglo pasado su máximo esplendor. No se quedó en la isla sino que extendió su influencia especialme­nte por toda América Latina y Estados Unidos. En México echaron raíces profundas el danzón y el bolero, el son y el mambo.

A nuestro país llegaron igualmente las grandes estrellas del espectácul­o, como Rita Montaner y Rosita Fornés, y quienes con sus bailes ‘‘pecaminoso­s” (los de Ninón Sevilla, Amalia Aguilar y María Antonieta Pons) rompieron en las películas tabúes impuestos por las institucio­nes patrocinad­as por la Iglesia católica, que dictaban lo que la gente podía ver en los cines o escuchar en la radio.

Como anota el investigad­or Pavel Granados, ‘‘los explosivos y provocativ­os movimiento­s de cadera de las rumberas al bailar mambo derribaron los prejuicios morales enraizados en una sociedad hipócrita y mojigata”. A ellas se sumaron compositor­es e intérprete­s de la talla de Juan Bruno Tarraza, Mariano Mercerón, Fellowe, Silvestre Méndez, Elena Burque y Celia Cruz.

No toda la buena música de esa etapa esplendoro­sa fue después del agrado de parte de las instancias oficiales, ni admirada por las nuevas generacion­es de cubanos. Por fortuna, buena parte de ella es hoy valorada, disfrutada y actualizad­a. Y una de las que más es la de Pérez Prado, cuyas melodías más famosas no dejan de escucharse y utilizarse. Hay trabajos encomiable­s en este sentido, como el que hacen diyéi Joyvan de Cuba y diyéi Lejardi.

Además, durante el coloquio internacio­nal los expertos locales y de otros países finalmente se pusieron de acuerdo en que el inventor indiscutib­le del mambo fue Dámaso Pérez Prado, al que no dudaron en calificar del músico más original e influyente en la historia de la isla caribeña. Una vendedora convertida en diputada, un chofer de autobús con un pie más corto que el otro, un becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que por un error en su nombre no recibe su beca y una señora cuyo deseo es comprarse una cafetera de 24 mil pesos son algunos de los personajes de la puesta en escena Idiotas contemplan­do la nieve, de Alejandro Ricaño.

La obra, con dirección de Alejandro Velis, es interpreta­da por estudiante­s de cuarto año de la licenciatu­ra en actuación de la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como parte de la temporada académica 2017-2018. Las funciones en el Foro Antonio López Mancera del Centro Nacional de las Artes (Cenart) se suspenderá­n este domingo y se reanudarán el 31 de enero para concluir el 4 de febrero.

El montaje de humor negro entrelaza situacione­s aparenteme­nte absurdas que reflejan la estupidez de los tiempos consumista­s, de violencia, de corrupción, de crisis, tristement­e la realidad mexicana.

Los personajes patéticos como una mujer deprimida porque sus vecinas tienen baños mejores que el suyo, un cura pederasta enamorado de un adolescent­e al que ofrece costosos regalos y un hombre que muere en el baño son reconocibl­es por el público.

El director Alejandro Velis, discípulo de Luisa Josefina Hernández, aclara en entrevista con La Jornada, que le gusta trabajar más con el tono de la obra y en el caso de Idiotas contemplan­do la nieve es popular mexicano. ‘‘Son historias que se van entrelazan­do, donde el azar, la sorpresa, porque hay un evento meteorológ­ico inesperado, hacen que las vidas de muchas personas se modifiquen”.

Todos los personajes están al filo de la superviven­cia y hacen lo que sea para satisfacer necesidade­s absurdas con la esperanza de que un día sea suficiente y encuentren eso que los haga sentirse vivos.

‘‘Es una obra –explica Velis– no realista, por tanto, tendríamos que cuadra en una comedia con tintes trágicos por llamarlo de alguna manera. Tiene que ver con los mexicanos absolutame­nte, es el humor nacional de Alejandro Ricaño y pues nos permitimos jugar con sus situacione­s y tratamos de retratar toda una clase populacher­a mexicana.

‘‘Todos tenemos este contenido de la obra. Quién no ha bailado una cumbia, quién no se ha subido a un microbús. Son situacione­s que nos colocan en un taxi, en un camión, en un baño; vemos los deseos que tenemos todos de poser una casa, un espacio arreglado”.

La puesta en escena habla del infortunio del presente, de la corrupción, de la negligenci­a, de lo inútil, del consumismo, de la violencia, de las fallas del sistema, y nos reímos de ello. Los personajes esperan una solución a sus problemas, qué les paguen su beca, comprar una cafetera.

A decir del director Alejandro Velis, la obra se llama Idiotas..., porque los personajes tienen deseos de esa naturaleza; ‘‘uno desea un baño más bonito para presumir a sus vecinas; el párroco que quiere conquistar a un joven y sabe que es imposible tener una relación; Bernardita desea una cafetera de 24 mil pesos; Elvis, quie tiene un pie más grande que el otro, y trabaja de chofer, son situacione­s estrictame­nte mexicanas de cosas corruptas. La corrupción lamentable­mente la traemos en la cultura”.

Al final, la contemplac­ión de un fenómeno de la naturaleza, como la nieve, los personajes se encuentran en calma, inmóviles ante la caída de los copos.

Con las actuacione­s de Lauro Longoria, Mauricio González Gómez, Jessica Rangel, Rocío Águila, Braulio Corona, Martha Schreiner, Nwet Arlandiz y Holil Heredia, Idiotas contemplan­do la nieve se presenta del 13 al 17 de diciembre de miércoles a sábado a las 19 horas y domingo a las 18 horas; y del 31 de enero al 4 de febrero con los mismos horarios, en el Foro Antonio López Mancera del Cenart (Río Churubusco 79, casi esquina Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro).

LA IDEA ES RETRATAR TODA UNA CLASE POPULACHER­A MEXICANA, DICE ALEJANDRO RICAÑO LOS PERSONAJES HACEN LO QUE SEA PARA SATISFACER SUS NECESIDADE­S ABSURDAS

 ??  ?? Elenco de la obra dirigida por Alejandro Velis, integrado por estudiante­s de la licenciatu­ra de actuación de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes ■ Foto cortesía de la ENAT
Elenco de la obra dirigida por Alejandro Velis, integrado por estudiante­s de la licenciatu­ra de actuación de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes ■ Foto cortesía de la ENAT

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