Muro de las Lamentaciones no debe ser parte de Israel: Abbas
“No aceptamos ninguna modificación a la frontera”, dice la Autoridad Nacional Palestina
La semana próxima la Casa Blanca dará a conocer un acuerdo de paz para la región Marchan miles contra la decisión estadunidense de reconocer Jerusalén como capital israelí
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), presidida por Mahmoud Abbas, rechazó ayer que el Muro de las Lamentaciones, situado en el Monte del Templo, Jerusalén este, sea reconocido como parte del territorio de Israel en un futuro acuerdo de paz entre palestinos e israelíes, como aseguraron altos responsables de la Casa Blanca el viernes pasado.
“No aceptamos ninguna modificación de la frontera en Jerusalén este, que está ocupada desde 1967. La declaración prueba que la administración estadunidense se ha excluido del proceso de paz (para Medio Oriente) y su postura confirma que no puede ser un mediador justo”, afirmó Nabil Abu Rudeinah, vocero de Abbas, citado por la agencia de noticias palestina Wafa.
Funcionarios del gobierno estadunidense dijeron bajo la condición del anonimato que Washington no puede “concebir ninguna situación (de negociaciones) bajo la cual el Muro de las Lamentaciones no fuera parte de Israel”. Aseguraron, sin dar fecha, que la próxima semana será presentado el acuerdo de paz propuesto por el gobierno del presidente Donald Trump.
Esta declaración se sumó al anuncio de Trump, quien reconoció el pasado día 6 a Jerusalén como la capital de Israel y notificó que trasladará la embajada estadunidense de Tel Aviv a esa ciudad, lo cual reavivó las protestas entre palestinos e israelíes, que han dejado ocho muertos y cientos de heridos, así como rechazo de la comunidad internacional.
El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado para la comunidad judía y se encuentra en el Monte del Templo, en la ciudad vieja de Jerusalén. Este lugar también se conoce como la Explanada de las Mezquitas, por albergar los templos de Al Aqsa y la Cúpula Dorada. Se considera el tercer sitio más sagrado para los musulmanes, después de La Meca y Medina, situadas en Arabia Saudita.
Los palestinos no reconocen la autoridad de Israel en Jerusalén Oriental. Quieren que sea la capital de un futuro Estado palestino y son extremadamente sensibles a la presencia de fuerzas de seguridad israelíes en y alrededor de la explanada.
Ayer, miles de palestinos participaron en los funerales de dos de las cuatro personas que fallecieron el viernes pasado a manos de soldados israelíes durante las protestas en Cisjordania y Gaza.
Procesiones derivaron en nuevas manifestaciones contra la decisión de Trump, mientras el movimiento Fatah, de Abbas, llamó a marchar dentro y alrededor de Jerusalén el próximo miércoles, durante la visita del vicepresidente estadunidense, Mike Pence, a Israel.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, a petición de Egipto, evalúa un proyecto de resolución para rechazar cualquier dictamen internacional unilateral sobre el tema de Jerusalén como capital y se espera que lunes próximo sea votado por sus integrantes, informaron diplomáticos.
En este contexto, miles de israelíes protestaron en las calles de Tel Aviv para exigir la renuncia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, por los casos de corrupción en que está involucrado.