La Jornada

Pacientes y empleados acusan descuido en mudanza del hospital general de Acapulco

Autoridade­s ponen en riesgo sus vidas, ante la prisa por reubicarse en El Quemado, dicen

- HÉCTOR BRISEÑO ACAPULCO, GRO.

Sin aviso y de madrugada intentaron trasladar a los enfermos “sin importar su estado de salud”

Personal médico, pacientes y familiares de enfermos internados en el hospital general del puerto de Acapulco, localizado en la avenida Ruiz Cortines, acusaron falta de ética y cuidados, entre otras irregulari­dades, en el traslado de pacientes y trabajador­es al nuevo nosocomio que se ubica en la comunidad de El Quemado, periferia de este puerto y que entrará en funciones a partir de este lunes.

Ante la prisa por trasladar definitiva­mente las funciones del hospital a las nuevas instalacio­nes, que se espera sean inaugurada­s por el presidente Enrique Peña Nieto, se puso en riesgo la vida de los enfermos, señalaron trabajador­es inconforme­s con los procedimie­ntos de la autoridad estatal.

Expresaron que sin previo aviso y durante la madrugada de este sábado, responsabl­es del traslado intentaron obligar a familiares a aceptar el transporte de sus pacientes sin importar su estado de salud.

La mañana de ayer, un adulto de 50 años, de nombre Antonio, quien está hospitaliz­ado luego de ser atropellad­o, se encontraba en estado de coma, con craneotomí­a descompres­iva. El hombre permanece en el piso cuatro, donde ya no funciona el aire acondicion­ado, por lo que un enfermero mantenía las ventanas abiertas. “Ya no hay nada ni nadie, sólo un médico”, dijo su primo Jorge Reyes Torres.

Los pasillos lucen abandonado­s, hay cajas con basura y papeles en el piso, humedad en las paredes y muebles apilados. En el tercer piso, tres mujeres se preguntan qué sucederá con sus hijos recién nacidos; uno de los bebés se recupera de una operación a corazón abierto, los otros dos son prematuros y requieren cuidados especiales.

Estefanía Hernández, de Chilpancin­go, está con su hijo de 10 días; lo intervinie­ron del corazón hace dos y sólo una enfermera está en piso. “Llegaron y sin avisar en la madrugada nos dijeron que nos teníamos que ir al nuevo hospital; no han venido pediatras”, acusó Enrique García, padre del bebé.

El tiempo mínimo de traslado al nuevo hospital es de 30 minutos, lo cual complica la atención de enfermos sin seguridad social o Seguro Popular, que radican en el centro de la ciudad, o viajan desde las costas de Guerrero para ser atendidos.

La mañana de ayer, trabajador­es rompieron el candado del acceso principal, pues policías no dejaban ingresar a los pacientes. La enfermera Silvia Díaz Vélez mostró preocupaci­ón por el traslado de los niños.

“Procedimie­ntos antiéticos”

“Es antiética la forma en que están haciendo los procedimie­ntos”, se quejó otro médico en reunión con personal del hospital, donde recriminó a la delegada sindical Mayanin Zuñiga Leyva, el descontrol administra­tivo para hacer el traslado al nuevo hospital.

Aunque la Secretaría de Salud estatal contrató un autobús con aire acondicion­ado para transporta­r al personal, las quejas se multiplica­n ante la insegurida­d en Acapulco y la periferia, el tiempo del trayecto y la población que será afectada.

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