La Jornada

El catolicism­o perdió creyentes de forma “abismal” con Norberto Rivera

En la capital, la merma de feligreses fue de 6%: investigad­ora

- CAROLINA GÓMEZ MENA

Durante los 22 años que el cardenal Norberto Rivera Carrera ha estado al frente de la Arquidióce­sis de México, la cantidad de católicos decreció de forma “abismal”, aseguró Fátima Moneta Arce, investigad­ora de temas religiosos y coautora del libro Norberto Rivera, el pastor del poder.

En entrevista, la activista por los derechos de las mujeres señaló que el descenso de los católicos en Ciudad de México fue de alrededor del doble de lo que ocurrió en otras partes del país. Detalló, conforme a datos del Inegi, que en 2000 la cantidad de personas que se asumían católicas era de “90.5 por ciento”, pero para 2010 ya había bajado a “84.4”, decir poco más de 6 por ciento.

“La Ciudad de México fue la que tuvo la mayor disminució­n porcentual. Otros estados se mantuviero­n estables, a diferencia de lo qué pasó aquí, donde la diferencia fue abismal. En ese periodo ninguno de los estados disminuyó más de 3 por ciento.”

Dijo que el más cercano a ese porcentaje fue el estado de México, que pasó de 91.2 a 86.5 por ciento, también Hidalgo tuvo una baja sensible al pasar de 90.8 a 87.6, pero otras entidades como Zacatecas perdieron solo algunas décimas porcentual­es. Este estado pasó de 95.1 a 94.4.

Bernardo Barranco, especialis­ta en temas religiosos, y coordinado­r del citado libro, coincidió con Moneta Arce y al respecto señaló que la “pastoral tradiciona­lista, sacramenta­l y litúrgica” del cardenal tuvo mucho que ver en esta situación. Además, señaló que su antecesor Ernesto Corripio Ahumada entregó a Rivera Carrera un “gran plan pastoral, pero el cardenal le da el avión, y no toma nada de ese plan. De ahí empieza con soberbia”.

Comentó que el sacerdote Hugo Valdemar, director de comunicaci­ón de la arquidióce­sis, “echó la culpa” de la alta merma de católicos en Ciudad de México “a los gobiernos sexuales y de izquierda que gran parte de los años en que estuvo el cardenal gobernaron la ciudad, pero si fuera por eso en muchos otros estados en donde ha habido gobiernos de izquierda hubiera pasado lo mismo, y no fue así, se mantuviero­n estables. En otros lugares del mundo gobernemos por izquierdas seculares hubiera sido igual”.

Moneta Arce, autora del capítulo “Norberto Rivera ¿buen pastor?”, descartó que la disminució­n de católicos se debiera a que “la gente ha dejado de creer, eso no es cierto en Ciudad de México. Las iglesias protestant­es pasaron de estar en 1.3 por ciento en 2000 a 5.5 por ciento en 2010. La gente no se volvió atea, cambió de religión, no es que la gente haya dejado de creer o que la seculariza­cion en la ciudad de México haya sido enorme, a pesar de los grandes avances progresist­as sobre derechos y moral sexual, sino que la gente cambió de religión, y eso sí tiene ver con la forma en que se transmite la fe”. El conservadu­rismo del cardenal alejó a creyentes, sostuvo.

 ??  ?? Venta de las tradiciona­les piñatas en forma de estrella, cuyos picos representa­n los pecados capitales y por eso se les apalea, como una forma de rechazarlo­s ■ Foto Afp
Venta de las tradiciona­les piñatas en forma de estrella, cuyos picos representa­n los pecados capitales y por eso se les apalea, como una forma de rechazarlo­s ■ Foto Afp

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