La Jornada

Emociona a Carlos Cuadras nueva etapa junto a Gennady Golovkin

Se pondrá en manos de Abel Sánchez, entrenador del kazajo

- JUAN MANUEL VÁZQUEZ

Carlos Cuadras siente que algo le falló en tiempos recientes. Empezó fuerte en los combates, iba a buen ritmo, pero al final algo no funcionaba. El ex campeón mundial superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) considera que es la estrategia. La manera como planea sus peleas que al final, pese a un buen desempeño, terminan por derrumbars­e.

Por eso cambiará de entrenador y pondrá su carrera en manos de Abel Sánchez, artífice de la carrera del campeón mundial mediano del CMB, Gennady Golovkin. Un proyecto que iniciará en la próxima semana en California, desde donde tratará de afinar sus nuevos planes estratégic­os, el más acuciante, recuperar un campeonato del mundo.

“En las recientes peleas me fallaba la estrategia, eso debo corregirlo ya”, cuenta Cuadras; “entrenar junto a Triple G es muy emocionant­e; además, Abel es un mánager que te motiva, muy profesiona­l, estoy seguro de que mi carrera dará un gran salto”.

Cuadras recuerda el combate que sostuvo ante Juan Francisco Gallo Estrada en septiembre y que se le desmoronó sobre la marcha. Le pesa como si hubiera ocurrido ayer la caída que sufrió, los errores al bajar la guardia y al cambiar de flanco.

“Cometí yerros, necesito una buena guía porque yo puedo hacer todo sobre el cuadriláte­ro, pero debe estar alguien que me ayude en la esquina”, dice Cuadras; “tuve un buen año, con cosas buenas, pero debo mejorar porque tengo hambre de volver a ser campeón del mundo”.

Cuadras no tendrá descanso navideño: la premura por recuperar su mejor nivel lo apremia. El 26 de diciembre volará a Estados Unidos para incorporar­se en el equipo de Abel Sánchez.

En febrero, Cuadras regresará al cuadrilate­ro para enfrentar al puertorriq­ueño McWilliams Arroyo, peleador al que conoce desde que eran amateurs.

“Lo conozco desde que fuimos a los mismos Juegos Panamerica­nos, en Río de Janeiro 2007, donde gané medalla de oro, igual que el hermano de Arroyo, también fue medalla dorada. Ambos tienen mucha experienci­a”, dice Cuadras; “pero debo ganar a cualquier precio, porque ya me dieron la promesa de que si gano y Gallo Estrada también, tendré la revancha. Tengo un pendiente con él y quiero resolverlo”.

Lo que ya quedó fuera de toda opción es una revancha contra el nicaragüen­se Román Chocolatit­o González, quien fue noqueado de forma dramática en septiembre.

“Yo creo que ya no se recupera de esa”, dice el pugilista; “no en esta división, donde ya dio lo que tenía que dar; aquí ya no puede más”, concluyó.

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