Las universidades en crisis económica necesitan reforma estructural: Anuies
En 2018 la asociación presentará una propuesta de renovación
Esos recursos derivan de diversos productos financieros: prestación de servicios a la iniciativa privada y entidades públicas, y entradas extraordinarias por servicios de educación y funcionamiento de la Tienda UNAM, entre otras fuentes de ingresos.
Varias tablas comparativas, contenidas en el proyecto aprobado en el más reciente Consejo Universitario, señalan que el presupuesto total de la universidad se ha incrementado 28.1 por ciento de 2013 a la fecha, al pasar de 33 mil 720 millones de pesos a 43 mil 196 millones que se pretende ejercer en 2018.
Otra tabla destaca que el subsidio gubernamental, aunque con variaciones pequeñas, ha experimentado un aumento ininterrumpido desde 1980.
En la parte de los egresos previstos para 2018, clasificados según los rubros, docencia, investigación y extensión y difusión universitaria –son las tres funciones esenciales de la universidad–, se destinarán de la siguiente manera:
A docencia, 26 mil 343 millones de pesos, lo cual significa 61 por ciento del total de los recursos; investigación, 11 mil 365 millones, que representan 26.3 por ciento, y extensión universitaria, 3 mil 505 millones, es decir, 8.1 por ciento.
El 4.6 por ciento restante serán canalizados a la “gestión institucional”. Para solucionar la crisis financiera que enfrenta una decena de universidades públicas en México se necesitan reformas, de acuerdo con el secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), Jaime Valls Esponda.
Universidades como la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca o la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo están en quiebra y no cuentan con recursos suficientes para cubrir los pagos de sus nóminas de fin de año y prestaciones, como aguinaldos de su personal.
Valls manifestó ayer, en un encuentro con periodistas, que la crisis financiera de las universidades es “un problema estructural, el cual tiene que resolverse no solamente para coyunturas de cierre de año. Tiene que haber un replanteamiento fundamental en las universidades. Hay algunas que han hecho reformas profundas, por ejemplo, a sus sistemas de pensiones”.
Sostuvo: “No puede pasar lo mismo todos los años. El planteamiento de la Anuies es una reforma estructural para resolver los problemas de origen y no tener esos problemas”.
Jubilaciones, nóminas y prestaciones no reconocidas por los subsidios estatales y federales, así como endeudamiento, son algunas causas de la crisis.
La asociación considera que es necesario implementar y mejorar los esquemas de transparencia y rendición de cuentas para resolver en el largo plazo la situación de las universidades que se encuentran en quiebra.
Dijo que las soluciones deben ser “de responsabilidad compartida”, es decir, de escuelas de educación superior, gobiernos, sindicatos y comunidades universitarias.
Valls Esponda expresó que el año próximo la Anuies presentará a los candidatos presidenciales una propuesta para la renovación de la enseñanza superior, en el que se planteará un programa de trabajo de 12 años, el cual abordará temas como la gobernanza universitaria, la calidad de la educación y su evaluación, así como la responsabilidad social de las instituciones.
La Anuies, que integra a 191 universidades, trabaja en un proyecto para renovar la ley que rige la enseñanza superior en el país, que data de 1968.
“Lo planteamos con absoluto respeto a la autonomía de las instituciones para que la ley sea más flexible y pueda haber más dinamismo en los temas de educación superior.”
Valls Esponda aseguró que no es conveniente cancelar la reforma educativa del nivel básico. “Es una de las modificaciones estructurales más importantes que hemos tenido en años. Es una reforma que da al Estado la capacidad de regular la enseñanza y nosotros estamos totalmente en favor”.