Sobrecostos generan dudas sobre la correcta planeación del NAICM
Comisión advierte sobre contaminación y uso de explosivos
La comisión especial de la Cámara de Diputados que investiga la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) envió al presidente Enrique Peña Nieto 20 preguntas relacionadas con la obra, entre otras sobre el presunto uso ilegal de explosivos, los daños al medio ambiente por desechos tóxicos e incluso la siembra de especies no nativas de árboles, que pondrían en riesgo el ecosistema en las comunidades aledañas.
El presidente de la comisión, Rafael Hernández Soriano (PRD), informó que en una reunión con el general Rogelio Armando Patiño Canchola, de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, éste ratificó que esa oficina no ha otorgado permisos para el uso del explosivo plástico C4 en la comunidad de San Antonio Ixtlahuaca, municipio de San Martín de las Pirámides, estado de México.
Al respecto, una de las preguntas que se dirigió al Ejecutivo fue: “¿Usted sabía del negligente manejo de explosivos de uso controlado en las zonas aledañas a la obra? Además de poner en riesgo la seguridad y la paz de la región, este hecho da muestras del actuar negligente e ilegal de los funcionarios encargados de la obra”.
Como parte de las tareas de la comisión, el legislador planteó al Presidente si sabe que no sólo el diseño de la terminal superó los precios del mercado –lo que motivó una observación de la Auditoría Superior de la Federación, que aún no ha sido solventada–, sino que el costo de la obra “ha sobrepasado ya lo anunciado por usted en 2014”.
Según la comisión, el incremento en el monto original provoca dudas sobre la correcta planeación de la terminal aérea y anticipa que los sobrecostos se incrementarán hasta que se termine la construcción.
Entre otras preguntas, la comisión inquirió por qué se otorgó a la Defensa Nacional la construcción de la barda perimetral, con el argumento de razones de seguridad nacional, si posteriormente la secretaría subcontrató el muro a particulares.
Con esa operación, abundó se demostraría que “esta adjudicación directa no obedeció a cuestiones de carácter estratégico, sino a intereses económicos del Ejecutivo federal que usted encabeza, incluyendo al Ejército”.
En el caso del estudio de impacto ambiental, se preguntó si sabe que una de las consultorías encargadas de éste, Especialistas Ambientales, la fundó Rodolfo Lacy Tamayo, quien ahora es subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, en “un abierto conflicto de interés”.
Otra de las preguntas se refiere a si el Ejecutivo sabe que las empresas contratistas “vierten lodos tóxicos con cromo, boro, cloruros y carbonatos en los alrededores de la zona de construcción, particularmente, en Tlaminca, zona de recarga de mantos acuíferos” y pidió una respuesta a las alertas de expertos y ciudadanos, sobre posibles inundaciones en las comunidades.
Además indicó que la reforestación del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México se basa en la siembra de cedro salado, “una especie invasora que constituye una de las peores amenazas para la biodiversidad de todo el país, pues a corto plazo se vuelve una plaga incontrolable”.