En marzo, resultados de primera encuesta sobre discriminación a cargo del Inegi
Ocho estados aportaron recursos, informó el Conapred
A mediados de marzo próximo el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) dará a conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017.
El proyecto es producto de la alianza del Conapred, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
La Enadis fue levantada por primera vez por el Inegi y será parte del acervo del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica.
La aplicación comenzó el 21 de agosto de 2017 y concluyó a mediados de octubre. Tuvo una muestra de 39 mil viviendas distribuidas en zonas rurales y urbanas de las 32 entidades del país.
Ocho estados (Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz) colaboraron con presupuesto extra para que en esas entidades se realizara más ampliamente.
Alexandra Haas Paciuc, directora del Conapred, recordó que en 2005 y 2010 se levantaron otras Enadis, pero la diferencia ahora es la participación del Inegi.
Explicó que los cuestionarios constaron de tres partes: composición familiar, opinión sobre discriminación y prejuicios y la de vivencias.
En entrevista refirió que la discriminación “no es un tema marginal, es central para explicar muchas situaciones, para entender la pobreza, la desigualdad, la falta de paz y desarrollo o acceso a la justicia”.
La Enadis 2017 recolectará información relativa a los principales problemas y experiencias de discriminación en los ámbitos familiar, laboral, educativo y público, entre otros, de grupos históricamente discriminados como mujeres, niños, adolescentes, jóvenes, personas mayores, con discapacidad, indígenas y de la diversidad religiosa. Comentó que los censos del Inegi no serían tan confiables por la forma de preguntar sobre el tema.
“Creo que en 2010 los católicos no eran más de 72 por ciento, y siguen cayendo. Ahora andarán por ahí de 68 por ciento. Además, los evangélicos pentecostales y neopentecostales deben ser cerca de 20 por ciento y los no creyentes, 7 por ciento. Ahora sólo se bautizan en la religión católica aproximadamente la mitad de los bebés que nacen y la población en edad fértil no está bautizando a sus hijos en el catolicismo, y eso dice mucho del estatus en que tienen a ese credo”.
Expuso que la “explicación que da la Iglesia es que la gente está en el relativismo. Sin embargo, esto no es tan así, porque las propuestas de los evangélicos son mucho más estrictas en cuanto a dedicación, asistencia al culto y moral sexual y familiar. No es que la gente no quiera límites, lo que pasa es que el catolicismo no les da confianza”.
El experto comentó que ante el éxodo el papa Francisco quiere renovar a la Iglesia católica, pero los obispos mexicanos no se renuevan y sólo están esperando que el pontífice fallezca: “Están esperanzados a que se caiga la propuesta de Francisco”.
Tras publicarse en 2011 los resultados del Inegi sobre religión, el experto Bernardo Barranco expuso que los números evidenciaban una “crisis estructural de la Iglesia católica en México” y que en sólo 60 años (de 1950 a 2010) ocurrió una caída de poco más de 14 por ciento, .
En 1910 era católica 99.5 por ciento de la población y 100 años después era de 82.9, casi 18 puntos porcentuales menos, y según los especialistas la tendencia seguirá a la baja.
Masferrer aseguró que “la gente quiere límites, porque sabe que la situación es grave, es delicada, y ante esta situación quiere límites en la sociedad, por ejemplo por la inseguridad. Ahora existe lo que los antropólogos llamamos cultos de crisis: es un momento en que la gente percibe descomposición social”. Añadió que los neopentecostales y pentecostales “hacen énfasis en Jesús, la salvación, el Espíritu Santo y la reconversión”.