CONSIDERACIONES SOBRE AUMENTO A PROFESORES DE LA UNAM
En el contexto de la negociación salarial entre la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su sindicato académico (Aapaunam), deseo hacer las siguientes consideraciones:
En términos del aumento existe poco margen de negociación entre las partes, dado que éste ya ha sido determinado por el gobierno y los partidos representados en la Cámara de Diputados, al aprobar el presupuesto de este año para la UNAM, por lo que los profesores esperamos que continúe la aplicación del tope salarial que han mantenido desde 1983 tanto los gobiernos priístas como los panistas; el año pasado este aumento fue de 3.08 por ciento, muy por debajo de la inflación. Ya en 2014 el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía calculaba una pérdida del poder adquisitivo de los maestros de la universidad de 80 por ciento en los pasados 31 años, y en estas condiciones es difícil hablar de calidad educativa.
Pero si el empobrecimiento de los académicos es indignante, más lo es la polarización salarial entre profesores de carrera y de asignatura, cuyas diferencias son abismales, sumándose a ello la inestabilidad laboral de los segundos. Es verdad que en pasadas negociaciones se ha logrado la firma de acuerdos que tratan de resolver esta situación, pero también es verdad que la UNAM ha dejado de cumplir muchos de ellos. Por último, manifiesto que cualquier mejora en las condiciones laborales de los profesores de la UNAM redundará en mejor calidad académica.