Sedeso: la inflación “se comió” el alza al salario mínimo
Repercute en la canasta básica, dice Amieva
La inflación “se comió” el alza al salario mínimo, ya que mientras la primera se ubicó en 6.77 por ciento, el incremento al segundo fue de 3.9 por ciento, aseveró el secretario de Desarrollo Social de la Ciudad de México (Sedeso), José Ramón Amieva Gálvez.
Esto, indicó en entrevista, repercute en la capacidad que tienen las familias no sólo de adquirir los productos de la canasta básica, sino también en el acceso a servicios de salud y educación.
“En este momento los programas sociales son más necesarios que nunca para garantizar el derecho a la alimentación de la población, principalmente de quienes están en pobreza y pobreza extrema”, señaló.
Amieva Gálvez remarcó que en 2017 se tuvo la mayor inflación histórica desde 2001 y esto se refleja en el costo de los alimentos, de los bienes y servicios relacionados para los comedores comunitarios, por lo que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ordenó que el precio de la comida que se ofrece en éstos se mantenga en 10 pesos, pese a que su valor real va de 45 a 60.
El secretario explicó que la idea no es cargar el incremento ni a los administradores de los comedores comunitarios, que en la mayoría de los caso son los mismos vecinos, ni a los usuarios de éstos, por lo que el gobierno capitalino buscará reducir “en nuestro esquema de contratación el margen de ganancia de los proveedores alimentarios –ya se hizo en 2017–, para que mantengan al máximo posible los mismos precios en 2018”.
De forma paralela, abundó, se les darán tres apoyos –cada uno de alrededor de 10 mil pesos– en vez de uno a los administradores de los comedores comunitarios para que puedan mantener su nivel de ganancia. “Estamos hablando de aproximadamente 15 millones de pesos al año si se considera que a más tardar a fines de enero se llegará a 500 comedores”, calculó.
Advirtió que con esto el gobierno alcanzaría 50 mil raciones de alimento a diario; es decir, 50 mil personas en situación vulnerable que comen bien, cuando menos una vez al día.