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Peñalandia al ataque EPN: pobreza resuelta Democracia en riesgo
on la novedad, mexicanos ilusos, que de diciembre de 2012 a igual mes de 2016, “más de 2 millones de mexicanos dejaron de vivir en pobreza extrema”, de tal suerte que “los avances de los pasados cinco años (cuatro, en realidad) marcan que se avanza en la ruta correcta para superar este desafío y que hoy todas las carencias en las mediciones que hace el Coneval se encuentran en su mínimo histórico”.
El discurso citado no lo pronunció el mago más reconocido del planeta, sino el desacreditado inquilino de Los Pinos, quien ayer intentó hacer otro resumen de los “grandes logros” en Peñalandia, tierra fantástica ésta en la que “hay muchos más millones de mexicanos que disponen de educación de calidad, salud, seguridad social, vivienda digna y alimentación adecuada”.
Y de cereza Enrique Peña Nieto narró que si bien “hay muchos mexicanos aún viviendo en pobreza”, su gobierno no se amilana, porque se mantiene firme para “alcanzar un mayor nivel de desarrollo y bienestar”, con el fin de que los mexicanos “puedan crecer con igualdad y oportunidades”. Todo ello en Peñalandia, desde luego.
Pues bien, de acuerdo con la más reciente estadística del Coneval (que reporta las cifras al cierre de 2016), es correcta la cifra citada por el inquilino de Los Pinos, en el sentido de que en sus primeros cuatro años de estancia en la residencia oficial “más de 2 millones de mexicanos dejaron de vivir en pobreza extrema”.
Sin embargo, lo que Peña Nieto no mencionó es que ese número de mexicanos no pasaron a formar parte de la clase media nacional, sino que simplemente engrosaron las filas del creciente ejército nacional de pobres a secas, que, de acuerdo con las cifras del Coneval, al cierre de 2016 sumaba a 53 millones 400 mil personas en tan precaria situación, y contando, es decir, un número ligeramente superior al registrado por la misma institución en diciembre de 2012, o lo que es lo mismo en el arranque del sexenio peñanietista.
La estadística del Coneval da cuenta de que al final del periodo referido, 62 millones de mexicanos reportaron ingresos menores a la línea de bienestar, y 21.4 millones adicionales por debajo de la línea de bienestar mínimo. Entonces, 83.4 millones de personas en tal condición no es para celebrar, ni precisamente un buen indicio de que “se avanza por la ruta correcta para superar este desafío” (EPN dixit).
En su promoción de Peñalandia, el inquilino de Los Pinos también dejó fuera de su discurso otra terrorífica realidad documentada por el Coneval: la información actualizada (correspondiente a 2015) revela que 75 por ciento de los municipios del país (mil 840 de 2 mil 457) reporta un grado de pobreza que afecta a entre 50 y 100 por ciento de sus respectivas poblaciones y, dentro de éstos, 924 (38 por ciento del total) registran índices que van de 75 a 100 por ciento de sus habitantes.
Entonces, cuidado, que en Peñalandia sólo se registra lo bueno, aunque sea falso.
Por cierto, el próximo 2 de diciembre del tras año, se incrementó el presupuesto para combatir la pobreza y el hambre, ¿por qué aumentó la pobreza? ¿Cuántos de los recursos originalmente destinados llegaron a los mexicanos en pobreza?, ¿cuántos recursos se quedaron en el aparato gubernamental y bajo qué argumentos? Lo cierto es que basta mirar a la población para corroborar la vigencia de los mismos problemas. Mientras el modelo económico siga parchándose, mayores y más complejos serán los problemas”.
Pero tranquilos, que en Peñalandia todo se resuelve a la velocidad del sexenio. Por eso, la pobreza es parte del pasado.