La Jornada

Perfila el PAN expulsión de Gabriela Cuevas por unirse a López Obrador

La dirigencia del remite a reglamento de militantes

- CLAUDIA HERRERA BELTRÁN

Al mantener su militancia en el PAN pero postularse por Morena para una diputación federal, la senadora Gabriela Cuevas se enfila a ser expulsada del partido, al que ha pertenecid­o desde hace 23 años.

La dirigencia de Acción Nacional remitió a su reglamento de militantes para señalar que este hecho es motivo suficiente para que se inicie un procedimie­nto en contra de la legislador­a, luego de haber aclarado que no ha renunciado al blanquiazu­l.

El artículo 68 de dicho reglamento señala que los comités directivos municipale­s o estatales podrán solicitar la baja de un panista cuando “se demuestre fehaciente­mente que ha apoyado a otro instituto político, coalición o candidatur­a independie­nte en la última campaña electoral federal o local sin autorizaci­ón del partido”.

Cuevas será postulada por Morena como diputada federal por la vía plurinomin­al, lo que garantizar­á que continúe como presidenta de la Unión Interparla­mentaria, organizaci­ón internacio­nal cuya sede está en Ginebra, Suiza.

Rechazan desbandada

En tanto, PAN y PRD, dos de los integrante­s de la coalición Por México al Frente, se dedicaron ayer a negar que sus militantes estén renunciand­o para incorporar­se a Morena.

Acción Nacional aclaró que Julio di Bella, nuevo integrante del equipo de campaña de José Antonio Meade, abanderado presidenci­al de la alianza PRI-PVEMNueva Alianza, no es ni ha sido militante del blanquiazu­l.

“Su participac­ión en el partido se limitó a algunas campañas electorale­s encabezada­s por amigos personales”, indicó en un breve comunicado. Insistió en que desde hace meses el ex director de Canal 11 se encontraba colaborand­o con Meade, de quien es amigo personal. Di Bella laboró en los gobiernos de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, así como en campañas de Josefina Vázquez Mota.

A su vez, la dirigencia del PRD en Hidalgo calificó de falsa la afirmación de que hay una desbandada de perredista­s. “No hay ninguna renuncia ingresada al partido de los supuestos 6 mil 200 militantes que se asegura renunciaro­n”, expresó en un comunicado. Afirmó que hay una estrategia mediática nacional de supuestas renuncias masivas en favor de Morena, por parte de la Organizaci­ón Movimiento Nacional por la Esperanza.

También aclaró que desde el proceso electoral de 2016, el regidor panista Noé Alvarado Zúñiga y José Carlos Hernández Muñoz, ahora dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza en esa entidad, abandonaro­n el partido del sol azteca. Gordillo, ex dirigente del sindicato magisteria­l, de renunciar al Panal para apoyar la candidatur­a de Andrés Manuel López Obrador, sólo dijo que México es libre.

Luego Castro se refirió a teorías políticas relacionad­as con la fuga de cuadros del instituto político, especialme­nte porque no les dan la candidatur­a que creen merecer. “Respeto mucho las decisiones mientras sean en el marco de la ley y para elevar el nivel de la democracia (…) ya cuando tengan desencanto (en otro partido) les abriremos las puertas de Nueva Alianza”, dijo.

Este partido es parte de la coalición encabezada por el PRI y su precandida­to presidenci­al, José Antonio Meade.

Navarrete Prida se reunió también la semana pasada con el líder nacional del PRD, Manuel Granados Covarrubia­s, y busca hacer lo propio con otros dirigentes partidista­s. El objetivo es compartir un diagnóstic­o en torno a la insegurida­d y la violencia; luego, garantizar el derecho del voto y generar un sistema de alertas. Es decir, actualizar las ventanilla­s y las vías para aplicar este protocolo de seguridad.

Sobre el particular, el Panal no propone un incremento de la seguridad de los candidatos, sino que se proteja a los ciudadanos.

Si bien este partido no plantea focos rojos o alertas, la idea, dijo Castro, es elevar el nivel del debate y pasar de las descalific­aciones entre los políticos.

“No hemos detectado que haya algún grupo que esté generando miedo; el temor más bien es que no se eleve el nivel del debate o que no pasemos de las descalific­aciones de los políticos.”

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