Advierten campesinos a precandidatos que defenderán tierras por obras del NAICM
Actuarán como en 2002, dicen a Meade, quien visitó la zona la semana pasada
o por evidente es menos burda la estrategia de Donald Trump en torno a la propuesta de cancelar la orden ejecutiva mediante la que se pospusieron los juicios de deportación a más de un millón 800 mil jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, DACA, por sus iniciales en inglés. El resultado es que puso al Partido Demócrata contra la pared y pudiera significar la derrota de algunos de sus candidatos en las próximas elecciones, y de esa forma la posibilidad de recuperar la mayoría en alguna de las cámaras legislativas.
Si los demócratas deciden ceder y autorizar el presupuesto para continuar con la construcción del muro fronterizo, y de esa forma salvar DACA, habrán perdido esa batalla. Pero si determinan negar dicha autorización y continuar con su campaña en contra del muro, Trump cancelaría definitivamente la opción que abrió Obama con DACA. A juicio de algunos especialistas, los demócratas habrán dado un paso que pudiera abrir una escalada de deportaciones que sería desastrosa para cientos de miles de jóvenes cuya vida ha sido construida allá. En uno y otro caso los demócratas estarán en peligro de perder apoyo de una parte de votantes en las elecciones de noviembre próximo, en la que estará en juego un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes.
Una oportunidad que los demócratas pudieran tener para revertir la maquiavélica jugada de Trump y sus adláteres, es que el electorado entendiera que el muro es una cuestión meramente simbólica, que sí afecta la dignidad de los mexicanos, pero es poco práctica. De hecho, el muro ya existe en algunas partes de la frontera. Se construyó durante el mandato de Bill Clinton, quien cedió a las presiones republicanas que insistieron en “sellar la frontera al paso de indocumentados. La diferencia es que Trump usó la estratagema del muro y sus ataques a México como catapulta para su nominación y posterior triunfo en el camino a la presidencia, sin importarle el daño que causó a las relaciones entre ambas naciones.
Sin embargo, la estratagema pudiera revertirse en contra de Trump y los republicanos si los votantes caen en cuenta de lo burdo e irresponsable de la maniobra, por el hecho de haber antepuesto una cuestión de derechos humanos a sus intereses políticos. Los obligaría a recular y más de un millón de migrantes se habrían salvado de ser deportados. Tal vez sea más una especulación y buenos deseos, pero algo descabellados.
abalderasr@yahoo.com Campesinos integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) advirtieron a los precandidatos presidenciales que en días recientes han visitado las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que su lucha por la defensa de la tierra y contra la terminal aérea no claudicará.
Advirtieron que José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador “saben bien que en Atenco hay lucha y vamos a resistir por todos los medios en la defensa de la tierra de nuestras abuelas y abuelos, no vamos a claudicar en la defensa del futuro digno y libre para las generaciones que vienen”.
En una carta, América del Valle dijo a nombre del FPDT: “Se afirma que el nuevo aeropuerto es irreversible y los entreguistas de nuestra soberanía y los dueños del dinero se frotan las manos, pero queremos recordar que en 2001 y 2002 hicimos posible con lucha, organización y unidad, la derrota del proyecto que trató de imponer Vicente Fox”.
Aseguran que el presidente Enrique Peña miente sistemáticamente, pues en septiembre de 2014, cuando anunció la reactivación del proyecto, afirmó que no tocaría territorio de Atenco, lo que es falso, pues actualmente las tierras son invadidas por una barda perimetral, obras de la autopista Pirámides-Texcoco y caminos improvisados para materialistas.
Destacó que actualmente los pueblos ubicados a la orilla del ex lago de Texcoco luchan por defender la tierra de manera legal, con amparos y al labrarla. “Estamos convencidos que el pueblo somos los únicos que podemos transformar esta patria. Todo esto lo pasan por alto los despojadores y quisieran que no fuera cierto, pero la realidad es que no hemos dejado ni traicionado el principio con el que nos levantamos en la primera afrenta que sufrimos a inicios del siglo con el panista Vicente Fox”.
Hace unos días el precandidato del PRI visitó las obras y defendió su construcción al llamarla una obra indispensable.
“Entre todas las falacias que gorgorea, Meade muestra su preocupación para que la construcción no se cancele, dice preocuparle la oportunidad de empleos para miles de personas, la credibilidad y los contratos que ya han hecho con empresas multimillonarias. Quisiéramos comprender mejor estas preocupaciones del señor Meade, pero es imposible cuando la obsesión de construir ha implicado para nuestros pueblos la muerte y represión brutal, como la de 2006”.