La Jornada

Largas filas en Bellas Artes en el último día de exhibición de Rojo mexicano

Pese a la afluencia irregular que mostró desde su apertura, al final el público mostró interés

- CARLOS PAUL VARGAS

Este fin de semana extendió su horario de visita En total acudieron 204 mil personas

Desde su inauguraci­ón el pasado 10 de noviembre y hasta el sábado 3 de febrero, de acuerdo con cifras oficiales, 204 mil personas habían visitado la muestra Rojo mexicano: la grana cochinilla en el arte, la cual concluyó ayer con horario extendido hasta las 23 horas en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

Tres han sido las exposicion­es que, ante la respuesta del público, han tenido que ampliar sus horarios de visita y en el último fin de semana de exhibición han mantenido abiertas las puertas durante 24 horas, dando como resultado una maratónica afluencia de personas.

Las dos primeras fueron Leonardo da Vinci y la idea de la belleza y Miguel Ángel Buonarroti: un artista entre dos mundos; la tercera fue Picasso y Rivera: conversaci­ones a través del tiempo, recordó la promotora cultural Paola García González, coordinado­ra de mediadores del museo.

Según la funcionari­a, la afluencia durante la semana varió mucho: los martes y miércoles era de alrededor de mil 500 personas, mientras jueves y viernes fue de más de 2 mil visitantes. Los sábados ingresaron cerca de 3 mil y los domingos, por ser entrada libre, se incrementa­ba la afluencia a más de 5 mil personas.

La muestra Rojo mexicano: la grana cochinilla en el arte, más que permanecer abierta las 24 horas, como las exposicion­es anteriores, extendió su horario de visita este fin de semana. Ayer, último día de visita, se encontraba­n personas formadas para ingresar desde temprana hora.

Alrededor de las 11 de la mañana la fila rodeaba el costado norte del Palacio de Bellas Artes, dando vuelta por avenida Hidalgo y hasta la Alameda Central. El ingreso a esa hora era de unas 30 personas, cada cinco o siete minutos, con una espera en la fila de alrededor de una hora.

Rojo mexicano tiene como hilo conductor el uso de la cochinilla mexicana en distintas manifestac­iones artísticas, como pintura, textiles y muebles, en distintas épocas y latitudes.

La cochinilla es un insecto que crece en una variedad de nopal y que produce un colorante con cualidades tintóreas únicas; fue introducid­o en Europa en 1530, remplazand­o a otros colorantes rojos en la industria textil y la pintura.

En esta exposición, integrada por 49 piezas procedente­s de 16 coleccione­s nacionales y 21 obras de 11 acervos internacio­nales, que dan cuenta del uso de dicho pigmento de origen mexicano en el arte mundial, se tuvo la oportunida­d de apreciar obras únicas, como La recámara de Van Gogh en Arlés, de Vincent van Gogh; La deposición de Cristo, de Tintoretto; La visita a la tumba, de William Turner; Madame Léon Clapisson, de Pierre-Auguste Renoir; Retrato del arzobispo Fernando de Valdés, de Diego Velázquez, y Buenos días, señor Gauguin, de Paul Gauguin.

También se pudo observar una tela que, según los especialis­tas, fue confeccion­ada 300 años antes del nacimiento de Cristo.

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Aspecto de la exposición integrada por 49 piezas procedente­s de 16 coleccione­s nacionales y 21 obras de 11 acervos internacio­nales ■ Foto Cristina Rodríguez

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