EL PRI-GOBIERNO MUESTRA QUE NO PARARÁ EN SUS IMPOSICIONES
Apenas acababa de confesar José Antonio Meade que el PRI-gobierno está dispuesto a hacer lo mismo que hizo en el estado de México, a fin de entronizarlo en la Presidencia de la República, cuando dio una nueva muestra de su decisión de ir “con todo” para salirse con la suya: la relección de Juan Díaz de la Torre como presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Al tomar posesión ante casi 4 mil delegados, el líder dijo que él no cree que el sindicato sea “su patrimonio personal o de familia”, y “eso no volverá a pasar” (La Jornada, 13 de febrero del 2018, página 13).
El hecho por sí solo no es relevante, salvo que se trata del sindicato corporativo más grande de América Latina y existe un mandato judicial que suspendió la toma de nota de Díaz de la Torre, lo que pone en duda la legalidad de la convocatoria al séptimo congreso nacional extraordinario de ese organismo. O sea, que su relección sería ilegal, por ende, nula.
El mensaje es claro: el régimen no va a parar en su intención de imponer a su opción “A”, que es Meade, o ya de perdida a la “B”, que es Anaya. Sabe que en manos del PRI o del PAN la Presidencia seguirá aplicando el modelo neoliberal. Por eso quieren seguir manejando corporativamente al SNTE, con Díaz de la Torre cómodamente en alguna de las cámaras, y así garantizar el manejo de los resultados de los comicios de julio próximo. Malas señales nos manda el sistema.