La estadunidense Chloe Kim domina en snowboard; a sus 17 años se lleva el oro
Hirscher, seis veces campeón mundial, conquistó su primera presea áurea en unos JOI
Chloe Kim, joven estadunidense de origen coreano consiguió a sus 17 años la medalla de oro en el snowboard, mientras el austriaco Marcel Hirscher, seis veces campeón mundial, subió a lo más alto del podio también por vez primera, en una de las disciplinas que es pilar de los deportes invernales.
El noruego Johannes Klaebo se convirtió a los 21 años en el más joven campeón olímpico de la historia del esquí de fondo al ganar el esprint de los Juegos de Pyeongchang, donde Alemania, con doblete en el luge femenil, se mantiene en la cima del medallero por encima de Holanda.
Cuatro años después de que la consideraron demasiado joven para su debut olímpico en Sochi 2014, Chloe Kim dominó en Pyeongchang. Logró 93.75 puntos en su primera de tres ejecuciones en la final. En la tercera, obtuvo una nota casi perfecta de 98.25 para obtener el oro.
La china Liu Jiayu atrapó la plata con 89.75 puntos, mismo total que Arielle Gold, compatriota de Kim, quien se sobrepuso a la luxación en el hombro en la final.
Hirscher conquistó su primer oro en sus terceros olímpicos al imponerse a los franceses Alexis Pinturault y Victor Muffat-Jeandet en la prueba combinada. El austriaco es favorito en eslalom y eslalom gigante, sus dos pruebas favoritas.
El noruego Johannes Klaebo aventajó en la carrera final del sprint del esquí alpino al italiano Frederico Pellegrino, quien se quedó con la plata, mientras el bronce fue para el ruso bajo bandera olímpica Alexander Bolshunov.
Con 21 años y 114 días, Klaebo se convierte en el más joven fondista en alcanzar el oro olímpico, superando al sueco Gunde Svan, quien ganó con 22 años y 32 días en Sarajevo 1984.
El título en la prueba femenil de esprint se lo llevó la sueca Stina Nilsson, por delante de la defensora del título, la noruega Maiken Caspersen Falla, y de la rusa olímpica Yulia Belorukova.
Alemania logró el doblete en luge individual femenil, con Natalie Geisenberg, quien refrendó el título que ganó en Sochi, y Dajana Eitberger, para dejar tercera en el podio a la canadiense Alex Gough.
Otros intratables fueron los holandesas Kjeld Nuis y Patrick Roest, al firmar el doblete en los mil 500 metros, para la cuarta medalla de oro a Holanda, todas en patinaje de velocidad. Nuis, con 1.48.01 minutos, aventajó a Roest en 85 centésimas. Logró el bronce el surcoreano Seok Kimmin, a 92 centésimas.
La italiana Arianna Fontana se proclamó campeona en 500 metros, en una final cerrada y controvertida, en la que la sudcoreana Choi Minjeong quedó fuera del podio, mismo que completaron la holandesa Yara van Kerkhof y a la canadiense Kim Boutin.
Minjeong llegó a la final con el récord olímpico de 42.422 segundos que había conseguido en la clasificación, pero en los metros finales de la carrera, la sudcoreana tiró ligeramente del brazo de Fontana, por lo que fue descalificada del segundo lugar.
Anastasia Bryzgalova y su esposo Aleksandr Krushelnitckii dieron a Rusia su primera medalla olímpica en el curling al vencer en dobles mixtos 8-4 a Noruega, por la medalla de bronce. Los canadienses Kaitlyn Lawes y John Morris derrotaron 10-3 a los suizos Jenny Perret y Martin Rios.
En tanto, fue confirmado el dopaje positivo del patinador japonés Kei Saito, primer caso en Pyeongchang 2018, que devolvió la sombra a los Juegos Olímpicos y dañó la imagen del país anfitrión de Tokio 2020.