Aun con muros en la frontera, la migración a EU continuará
Es una cuestión de mercado, no de vallas, académicos
La gente va a cruzar por túneles, por mar o por otros espacios físicos
El remplazo de la barda colocada en la frontera entre México y Estados Unidos a la altura de Calexico y Mexicali,es un ensayo del gobierno estadunidense para construir la otra parte del muro, consideraron ayer internacionalistas.
Sin embargo, dicha muralla no va a detener la migración ni el tráfico de drogas y armas, destacaron, al considerar que el gobierno de México debería tomar medidas para tener un mejor país y evitar así que la gente salga de territorio nacional.
Pía Taracena, académica de la Universidad Iberoamericana, explicó que la construcción del muro es un mensaje muy agresivo y racista hacia quienes tienen una cultura diferente a la estadunidense y una señal de que no quiere saber de ellos.
La catedrática estimó que esa barda lo que dice a los latinoamericanos es que son los de afuera y “no los queremos… además de que son una amenaza para mí”.
Si bien destacó que las políticas migratorias son de carácter interno, expuso que el gobierno de México no sólo debe negarse a pagar la construcción del muro, sino también hacer más cosas, para mejorar la relación.
“No puedes evitar que tu vecino ponga una barda en su jardín”. Pero sí se pueden poner en marcha otras estrategias, entre ellas, resolver los problemas internos para que la gente no se vaya, subrayó la especialista.
En este contexto, Taracena dijo no sorprenderle que las autoridades del vecino país del norte estén ensayando con la barda de Calexico, para ver cómo funcionan los materiales, qué tan costosa sale la construcción y ver cómo queda.
Por su lado, Martín Iñiguez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, manifestó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está trabajando para su electorado y demostrar que está cumpliendo lo que prometió.
Resaltó que el mandatario no va a tener recursos para construir todo lo que quiere, pero sí está haciendo lo que el presupuesto le permite. Calculó que en un primer momento, va a poder levantar un muro de entre 100 y 150 kilómetros.
Sin embargo coincidió con Taracena en que la migración va a seguir pasando aun si ponen bardas en la frontera. Mientras la economía estadunidense siga demandando mano de obra, ésta va a seguir llegando a ese país.
Es una cuestión de mercado no de muros, y lo mismo va a pasar con las armas que pasan de Estados Unidos a México, porque es algo que se rige por las leyes de la oferta y la demanda, expuso el internacionalista.
La gente va a encontrar forma de cruzar, ya sea construyendo túneles, cruzando por el mar o por otros espacios, explicó Iñiguez.