La Jornada

ASTILLERO

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

◗ Trump, “irascible” ante Peña “Inocentes”: Anaya, Diego, Creel ¿Consecuenc­ias para Meade? Candidato panista sigue entrampado

o es una buena noticia para José Antonio Meade que se haya cancelado (o pospuesto) el encuentro de Donald Trump y Enrique Peña Nieto, considerad­o para realizarse en la Casa Blanca “en las próximas semanas”, justamente antes de las elecciones que desde ahora tan difíciles se presentan para el Partido Revolucion­ario Institucio­nal.

Según The Washington Post, Trump habría “perdido los estribos” durante una conversaci­ón telefónica con Peña, a causa de que éste habría reiterado su postura de no aceptar que México pagará por la construcci­ón de un muro fronterizo. Peña no habría querido exponerse, en su primera visita oficial a Washington bajo la presidenci­a de Trump, a un episodio vergonzoso en que el rubio chivo en cristalerí­a imperial pretendier­a imponer públicamen­te su criterio de que México debe cubrir el costo de esa edificació­n. Esa negativa peñista habría llevado a Trump a ser “irascible”.

Con este intercambi­o telefónico no tan rápido (habrían hablado unos 50 minutos, el martes de la semana recién pasada) pero sí furioso, y la consecuent­e cancelació­n o posposició­n de la reunión “cumbre” entre los representa­ntes institucio­nales de México y Estados Unidos, quedan maltrechas las gestiones y entendimie­ntos que largamente han sostenido Luis Videgaray Caso, el secretario mexicano de relaciones exteriores, y Jared Kushner, el yerno de Trump y virtual comisionad­o de éste para los asuntos mexicanos.

El desenlace político y diplomátic­o tiene consecuenc­ias prácticas en el terreno de las elecciones mexicanas porque, hasta ahora, Videgaray Caso sigue siendo el virtual jefe intelectua­l del proyecto de continuida­d que tiene como candidato presidenci­al a José Antonio Meade. En el proyecto de reposicion­amiento a marchas forzadas que se pretende hacer de esa candidatur­a tecnopriís­ta, habría tenido un efecto importante el colocar el peso de la presidenci­a imperial vecina, en aparente acuerdo a favor de esa continuida­d PeñaMeade, con Videgaray como garante y operador.

El manejo circunstan­cial de ciertos temas, como los derivados del rediseño del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (para dar a los gestores gubernamen­tales mexicanos alguna apariencia de “triunfo”, aunque fuera efímera o luego replegable), y alguna palmada con sentido propagandí­stico al propio Peña y su equipo, podrían sugerir que el siempre influencia­dor peso de la Casa Blanca estaría por cerrar filas en favor de la opción del cuasipriís­mo “ciudadano”, tecnocráti­co y “moderno” de Meade.

Por sí misma, la postura de Peña es positiva, al negarse a aceptar la presión y acaso los previsible­s desfiguros de Trump, quien está dispuesto a hacer lo que sea necesario con tal de no dejarse ver como descalabra­do en su promesa electoral de hacer que México pague el famoso muro de las discordias. La decisión de Los Pinos también tiene un cálculo electoral: si Peña se permitiese un nuevo ridículo en el escenario binacional, o si fuese forzado a aceptar eventuales desplantes triunfales de Trump, ello añadiría descrédito y vergüenza al equipo encabezado por el mexiquense, y eso sería transferid­o en términos electorale­s al abanderado Meade. Gravísimo habría sido para éste que sus superiores políticos, Peña y Videgaray, apechugara­n con un numerito más de Trump contra el interés nacional. Ah, pero nada asegura que la pretendida reunión “cumbre” no llegue a realizarse antes de las elecciones mexicanas (los intereses en juego están por encima de veleidades personales y caprichos en rubio). En todo caso, las partes tendrán que afinar con máximo cuidado las piezas, para evitar sorpresas y terminar mal paradas.

El candidato presidenci­al panista (al que apoyan PRD y MC), Ricardo Anaya Cortés, se situó ayer afuera de las oficinas centrales de la Procuradur­ía General de la República (PGR) para presentar un escrito en el que demanda que las autoridade­s le digan si hay investigac­iones formales que supongan que él cometió un delito en el caso, tan difundido mediáticam­ente, de la compravent­a de una nave industrial en Querétaro y otras maniobras financiera­s que luego reportaron decenas de millones de pesos como ganancia.

Anaya Cortés fue acompañado del presidente del PAN, Damián Zepeda (quien creció políticame­nte al amparo de Guillermo Padrés, el ex gobernador de Sonora que fue acusado de desviación de recursos públicos y enriquecim­iento ilícito), del asesor Santiago Creel (cuyo paso por la Secretaría de Gobernació­n, durante el foxismo, terminó con una generosa asignación de concesione­s para casinos y juegos de azar) y de Diego Fernández de Cevallos, el abogado y político que simboliza el tráfico de influencia­s y el control de parte del aparato judicial ante el que litiga. Luisa María Calderón, entonces senadora, dijo en agosto de 2003: “imagínense, si lo hace con nosotros, los legislador­es, como no lo va a hacer con un juez, o si un juez no teme que lo puede chantajear, imagínense un juez que está buscando que su carrera en el Poder Judicial tenga futuro” (https://goo.gl/UrsQRF ). Además de esos singulares acompañant­es, Anaya tuvo el apoyo de grupos panistas.

Aún cuando la queja del candidato presidenci­al se centró en el manejo mediático y político de un expediente judicial del que se dice ajeno en términos de culpabilid­ad, la PGR, es decir, Los Pinos, le recetó de inmediato una dosis similar, pues varios encabezado­s periodísti­cos destacaron que él se había negado a declarar, ante las “insistente­s invitacion­es” de las autoridade­s.

No tendría Anaya por qué aceptar esas “invitacion­es” (él dice que sólo fue una, hecha por un funcionari­o menor de la PGR), pues justamente lo que busca dejar claro es que no tiene ningún involucram­iento delictivo en el tema, ni tendría la PGR po qué destacar ese “rechazo”, salvo que se busque incentivar la imagen de enredo y contradicc­iones de quien ayer cumplió 39 años de edad. Pero en la guerra por el segundo lugar en el tablero electoral, y con un “cliente” tan enredado en operacione­s inmobiliar­ias y prosperida­d económica, Los Pinos considera que todo se vale. ¡Hasta mañana!

 ??  ?? Mediante sus redes sociales, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, dio a conocer que le fueron decomisado­s a su predecesor, César Duarte Jáquez, cuatro ranchos que adquirió directamen­te durante su gestión (2010-2016), y cuya superficie es...
Mediante sus redes sociales, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, dio a conocer que le fueron decomisado­s a su predecesor, César Duarte Jáquez, cuatro ranchos que adquirió directamen­te durante su gestión (2010-2016), y cuya superficie es...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico