Sedesol brinda “atención tangencial” al fenómeno del hambre, según la ASF
Sin supervisión, 5 mil 68 comedores comunitarios, en 2016
El programa de comedores comunitarios, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), no ha ayudado a erradicar el hambre en los sectores con mayores carencias del país, entre otros factores debido a que no se ha asegurado de brindar alimentos realmente nutritivos ni ha cuantificado la magnitud real del fenómeno de la pobreza alimentaria, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el informe de la cuenta pública 2016, dicho organismo analizó algunas de las principales irregularidades con las que opera el mencionado esquema –que tuvo un presupuesto el año antepasado de 2 mil 405 millones de pesos–, las cuales no le han permitido trascender una visión puramente asistencialista del problema del hambre.
Al estudiar los resultados de 2016 del Programa de Comedores Comunitarios, tomando como referente los del periodo 2014-2015, la ASF indicó que el gobierno federal “no cuantificó” la magnitud del hambre de manera adecuada en las llamadas “zonas de atención prioritaria”.
Además, la Sedesol no ha aplicado parámetros para valorar la incidencia del programa, por lo que su cumplimiento “podría no ser factible”, como ejemplo, la ASF indicó que la secretaría no logró acreditar los mecanismos para supervisar, al menos una vez por semana, la correcta operación de los 5 mil 68 comedores comunitarios que abrieron sus puertas en 2016, lo cual se tradujo en que “no se asegurara que los alimentos preparados y otorgados cumplieran con los requerimientos nutrimentales básicos”.
De igual forma, la secretaría –dirigida en este sexenio por Rosario Robles y José Antonio Meade– no contó con mecanismos para cuantificar el número de solicitudes de instalación de comedores, ni para verificar que la adquisición y el equipamiento de cocinas no excediera el límite de 150 mil pesos.
El propio diseño operativo de los comedores comunitarios “no está enfocado en abatir la carencia por acceso a la alimentación”, pues dichos lugares sólo funcionan 5 de los 7 días de la semana, lo cual significa que los usuarios “padecerían aproximadamente 24 experiencias de hambre en 3 meses”.
Por lo anterior, la ASF advirtió que en los comedores comunitarios sólo se brinda una “atención tangencial” al fenómeno del hambre, pero sin darle una solución estructural al mismo. De tal suerte, la Sedesol no logra comprobar que trasciende el enfoque asistencialista de dicho programa como lo marcan sus objetivos.