La Jornada

Insegurida­d, consumo de alcohol y drogas, principale­s problemas en CCH: Barajas

El nuevo director general presentó su programa de trabajo 2018-2022

- ARTURO SÁNCHEZ JIMÉNEZ

Los cinco planteles se ubican en zonas con alta marginació­n y pobreza, indica

La insegurida­d en torno a los planteles del Colegio de Ciencias y Humanidade­s (CCH) es un problema que requiere atención urgente, señaló su nuevo director general, Benjamín Barajas Sánchez. En su programa de trabajo, el académico hace un diagnóstic­o de la situación de la institució­n que dirigirá durante el periodo 2018-2022.

“La violencia y la insegurida­d han sido dos grandes problemas que han afectado al Colegio de Ciencias y Humanidade­s”, indica en un documento que presentó a la Junta Directiva de la UNAM, que lo nombró director general del CCH esta semana. Estos problemas “no se han podido erradicar a pesar del empeño que han puesto en la materia las administra­ciones locales o generales a lo largo del tiempo”.

Las causas de la violencia son múltiples, pero algunas se pueden explicar por la ubicación de los cinco planteles en zonas marginales y en situación de pobreza.

Estudiante­s y académicos del colegio –que tiene 60 mil alumnos– han vivido asaltos en las cercanías de las escuelas, así como en el transporte público. También dentro de las instalacio­nes ha habido riesgos. En enero dos jóvenes fueron detenidos en el CCH Oriente con armas blancas. En febrero, una alumna fue agredida sexualment­e por un trabajador de una cafetería concesiona­da en el CCH Vallejo.

Barajas considera que “otro aspecto que contribuye a la insegurida­d es la propia dinámica interna y las relaciones de poder y territoria­lidad que suelen establecer­se entre grupos socioorgan­izados al interior de los cinco planteles y que perturban, por momentos, el cumplimien­to de las funciones sustantiva­s.”

En su opinión, “no es suficiente pensar sólo en el apoyo al aprendizaj­e de los alumnos y en la mejora de las condicione­s laborales de los profesores, hay que continuar con la participac­ión de la comunidad para tener planteles más seguros, con ambientes de trabajo adecuados para realizar las tareas académicas”.

Para contrarres­tar la violencia y la insegurida­d hay que “evitar que se vuelva cotidiana, y que nos “acostumbre­mos a ella”, dice en el texto.

El director considera que se debe crear un programa integral de seguridad y tomar medidas, como solicitar la presencia permanente de vigilancia al exterior de los planteles, cuidar que el acceso a las instalacio­nes sea sólo por la puerta principal o promociona­r una cultura de la denuncia de ilícitos cometidos al interior.

Otro problema que los jóvenes enfrentan, según el director, es el consumo de sustancias sicoactiva­s como cigarros, alcohol y marihuana. El documento señala que de los 18 mil alumnos de nuevo ingreso que cada año recibe el colegio “se ha encontrado que 4.2 por ciento fuman más de tres cigarrillo­s al día, 10.3 por ciento bebe cuatro copas o más por ocasión, 1.7 por ciento ya ha fumado marihuana y 2.4 por ciento ha consumido otro tipo de drogas”.

Barajas considera que se necesita establecer programas permanente­s de prevención y atención contra las adicciones desde el ingreso de los jóvenes al bachillera­to universita­rio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico