Exige justicia por asesinato de su hija
Denuncia que autoridades de Guanajuato no investigaban
Arturo Ibarra exigió justicia por la desaparición y asesinato de su hija Francia Ruth. Al participar en el Senado en el foro Violencia contra la mujer, relató: “Aún me es difícil hablar del caso, pues literalmente desapareció. Fue asesinada, destazada y sus restos disueltos en ácido muriático y sosa cáustica”.
El crimen, denunció, lo cometió Emmanuel Dennali Valdez, a quien ella conoció en Facebook. “Primero se escribían mensajes, después fueron llamadas y, por último, mi hija lo conoció en persona”.
El 3 de diciembre de 2016, dijo, “mi hija salió de casa. Nosotros sabíamos perfectamente con quién iba a estar. Nos había contado que lo conoció por Internet, pero nunca nos lo presentó. Ese día perdimos comunicación con ella. Esa noche acudí a presentar la denuncia, pero no fue admitida.
“La autoridad dijo lo de siempre: se fue con el novio. Hasta el tercer día aceptaron levantar la denuncia ”, señaló.
Agregó: “El lunes 6 de diciembre me presenté en la Universidad de Guanajuato a solicitar informes sobre Emmanuel Dennali. Ahí supe que su padre era Ricardo Valdez, catedrático. Conseguimos teléfonos y al día siguiente pudimos hablar con el padre, pero desde el inicio ha estado obstaculizando el proceso. Es un hombre de dinero y me enfrento a 10 abogados que contrató”.
Explicó que el Ministerio Público no investigaba. “Les hablé y les dije que el padre era profesor de la universidad y no lo contactaron. El martes encontramos la dirección de ese señor y avisé que me iba a entrevistar con él. Nos recibió en su casa. Le conté y me dijo que hablaría con su hijo hasta las 8 de la noche, que me llamaría después.
“Pero no me llamó. El Ministerio Público me informó que el señor acudió y pidió una semana para dialogar con su hijo. Fue para ganar tiempo. Al día siguiente llegó acompañado por abogados, presentó recetas médicas y dijo que su hijo estaba desaparecido.”
El padre “entregó a su hijo, dijo que estaba en el hospital Fray Bernardino, y que había dicho dónde estaban los restos de mi hija”.