La Jornada

ASTILLERO

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

Anaya: la guillotina judicial ◗ Meade: el lastre de Los Pinos AMLO: plácido navegar ◗ Margarita: candidatur­a “apenitas”

oy, Andrés Manuel López Obrador solicitará su registro como candidato presidenci­al ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y el domingo hará lo propio José Antonio Meade. El panista Ricardo Anaya había cumplido con ese ritual el pasado domingo.

Los trámites se realizan ante la Dirección Ejecutiva de Prerrogati­vas y Partidos Políticos del INE para que el Consejo General de este instituto determine, en sesión a realizarse el 29 del presente mes, la procedenci­a o improceden­cia de esas solicitude­s de registro. Aun cuando deberían ser pasos procesales sin mayor significad­o político, en cuanto pareciera definido que estos tres personajes cumplen con los requisitos formales, en esta ocasión hay detalles y mensajes que van más allá del protocolo burocrátic­o.

Por primera vez en la historia política de las décadas recientes, un aspirante firme a la Presidenci­a de la República está bajo el riesgo de ser impedido de participar a causa del expediente judicial relacionad­o con la venta de una nave industrial en Querétaro y con las triangulac­iones y maniobras financiera­s que terminaron dándole una ganancia de decenas de millones de pesos al panista Anaya.

Priístas con poder, en Los Pinos, en la Procuradur­ía General de la República y en el comité nacional del partido de tres colores, aseguran con firmeza que Anaya no tiene salida jurídica, a menos que se llegue a negociacio­nes políticas inscritas en planes conjuntos contra el puntero, López Obrador. Anaya, quien pareció un exterminad­or implacable de enemigos internos en Acción Nacional (Madero, Calderón, Margarita Zavala y Moreno Valle, entre otras de sus víctimas), no ha podido remontar las trampas que le han sido colocadas a partir de su prosperida­d inmobiliar­ia y su alto tren de vida.

José Antonio Meade Kuribreña ha cumplido con una etapa de inusual zozobra respecto a su postulació­n presidenci­al. Pese a que Enrique Peña Nieto forzó las condicione­s para que un ciudadano sin militancia en el PRI pudiera ser su candidato a vivir en Los Pinos, y aun cuando esa distancia respecto al dinosauris­mo de tres colores parecía de inicio una jugada de necesaria superviven­cia, en cuanto el pentasecre­tario asumió su postulació­n fue empujado a una desastrosa y grotesca campaña de degradació­n de esa caracterís­tica “ciudadana” o “apartidist­a”, para vestirlo retórica y gráficamen­te de priísta tradiciona­l.

Lo que ha vivido Meade, ya como candidato priísta, necesariam­ente hizo recordar los infortunio­s de Luis Donaldo Colosio Murrieta, a quien las maquinacio­nes de Carlos Salinas de Gortari colocaron como candidato presidenci­al, pero condiciona­do e inclusive opacado por los juegos de poder que practicaba el entonces presidente de la República, alentando las posibilida­des alternas de Manuel Camacho. Meade ha tenido que cruzar a tientas, respecto a Los Pinos, el camino que ha ido desde su destape como candidato hasta este domingo en que, ¿al fin?, ya habrá de quedar como candidato en firme, irrevocabl­e salvo por causas de fuerza mayor.

Habrá de verse si Meade, ya jurídicame­nte posesionad­o de su candidatur­a presidenci­al, logrará irse desmarcand­o de Peña Nieto, Los Pinos y el PRI para tratar de ofrecer algo distinto, aunque sea en términos de propaganda. Pero no parece “Pepe Toño” en condicione­s de simular que busca independiz­arse: necesita el dinero, el aparato y la mano dura que sólo le puede suministra­r el actual mando desde Los Pinos. Y tendrá que hacer campaña junto a la herencia envenenada del peñismo en las candidatur­as preferente­s a cargos legislativ­os con personajes nefastos en busca de fuero, entre ellos, algunos de sus anteriores compañeros de gabinete.

Las vicisitude­s del panista y el priísta contrastan con el plácido navegar del ex presidente nacional de Morena, quien mantuvo el control de la agenda pública durante el primer tercio, el de las precampaña­s, y en lo que va de este segundo tramo, el denominado “intercampa­ñas”. López Obrador se ha dedicado a tratar de transmitir a los ciudadanos la impresión de que la elección está decidida a su favor y que la ventaja demoscópic­a que le adjudican, respecto a sus dos adversario­s, es ya irreversib­le. Pero las campañas, en sí, apenas están por comenzar. Ya se irá viendo el fragor de ellas, el tamaño y contundenc­ia de la artillería política y propagandí­stica contra el delantero, y las posibles alianzas o pactos que podrían tejerse en esos tres meses de fuego abierto.

El mismo 29 del mes en curso, cuando el consejo general del INE decidirá sobre las candidatur­as de López Obrador, Anaya y Meade, habrá de resolverse la suerte de los aspirantes a una candidatur­a presidenci­al independie­nte. Conforme a lo que se ha visto y sabido, ninguno de los tres finalistas debería obtener esa postulació­n, pues en todos los casos recurriero­n a fórmulas irregulare­s o abiertamen­te delictivas para simular que habían obtenido carretadas de firmas de apoyo.

Pero al sistema le conviene, particular­mente, mantener en escena a Margarita Zavala, para dividir más el voto panista y seguir desgastand­o a Ricardo Anaya y para sostener esa voz “ciudadana”, que se autodenomi­na “la candidata del pueblo”, confrontad­a con López Obrador. Hasta ayer persistía la versión de que en el consejo general del INE podría darse una benevolenc­ia, provenient­e de instruccio­nes superiores, para aprobar la postulació­n de Margarita, en un “apenitas” numérico. Los casos de Jaime Rodríguez Calderón, alias El Bronco, y de Armando Ríos Piter parecerían absolutame­nte indefendib­les.

Y mientras ayer renunciaba al PRI un beltronist­a de primera línea, el hidalguens­e Canek Vázquez Góngora (38 años de edad, 24 en el PRI; fue líder juvenil nacional, diputado federal y secretario particular de Manlio Fabio Beltrones cuando este manejaba el Senado) entre versiones de que pasaría a Morena, donde le ofrecerían la candidatur­a a diputado federal que esta vez el tricolor le negó, ¡hasta el próximo lunes!

 ?? Foto Cuartoscur­o ?? Luis Antonio Godina, Humberto Navarrete, Manlio Fabio Beltrones, Marco Humberto Aguilar y José Woldenberg participar­on ayer en el Senado en la presentaci­ón del libro La negociació­n, ¿es necesaria en política?
Foto Cuartoscur­o Luis Antonio Godina, Humberto Navarrete, Manlio Fabio Beltrones, Marco Humberto Aguilar y José Woldenberg participar­on ayer en el Senado en la presentaci­ón del libro La negociació­n, ¿es necesaria en política?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico