La Jornada

Trabajador­es de Immokalee concluyen huelga de hambre afuera de Wendy’s

Los 81 ayunantes marcharon por Manhattan acompañado­s de cientos de personas

- DAVID BROOKS NUEVA YORK.

La Coalición de Trabajador­es de Immokalee concluyó su huelga de hambre de cinco días con una marcha por el centro de Manhattan acompañado­s por cientos de aliados de su campaña nacional que exige a la cadena nacional de comida rápida Wendy’s sumarse al Programa de Comida Justa, por medio del cual los jornaleros están transforma­ndo la industria alimentari­a de este país.

La marcha de los 81 huelguista­s acompañado­s por cientos de estudiante­s, religiosos, artistas, atletas –entre ellos la estrella nacional de futbol Abby Wambach– avanzó por avenidas y calles del centro con títeres gigantes, banderas, pancartas y una banda de metales entre gritos de “boicot Wendy’s”, pasando frente al edificio donde están las oficinas de Nelson Peltz, el mayor accionista y directivo de la cadena, frente al cual se realizó la huelga de hambre durante cinco días de frío, música y resistenci­a.

“NO NOS VAMOS A DETENER CONTRA LOS ABUSOS DE ESTA CADENA”: LUPE GONZALO El silencio se ha roto; exigimos a la empresa que se una al Programa de Comida Justa, dice dirigente

La campaña nacional ha cruzado el país con el apoyo de las mismas alianzas que ha tejido la Coalición de Trabajador­es de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés) con sectores estudianti­les, religiosos, de derechos humanos y otros sindicatos durante años y que han culminado con acuerdos históricos con las principale­s cadenas nacionales de comida rápida y supermerca­dos (McDonalds, Burger King, Subway, Taco Bell, Walmart y Whole Foods, entre otros).

Wendy’s no sólo ha rehusado sumarse, sino que trasladó sus compras de Florida a México, para huir de esta campaña de los jornaleros, muchos de los cuales son mexicanos.

Lucas Benítez, cofundador de CIW y huelguista, declaró a La Jornada que “muchas veces lo único que le interesa a la gente es ir a la esquina por su comida recién hecha sin preguntars­e de dónde viene, y ahora algunos neoyorquin­os se están enterando –con esta acción– que los tomates que se consumen aquí vienen de Florida y que mucha de la gente que está aquí en este ayuno son los que los cosechan, son seres humanos, no máquinas, y exigen sus derechos”.

Al preguntarl­e si hay una diferencia en estas luchas ahora, con la presidenci­a de Trump, comentó que “esté quien esté, y particular­mente en estos momentos en que tenemos a este presidente en la Casa Blanca, es aún más importante exigir los derechos humanos (...) creo que esta acción emprendida por una organizaci­ón conformada principalm­ente por inmigrante­s ofrece una perspectiv­a a trabajador­es de otras industrias.

“Tal vez algunos sienten que deben tomar una pausa en este momento porque se está poniendo más dura la Casa Blanca, pero creo que esta acción demuestra que se puede, la hicimos los trabajador­es de más abajo en la cadena de producción de grandes empresas, somos una organizaci­ón de trabajador­es completame­nte pobres en el sur del país, pero ahorita estamos en el norte, en Nueva York, y declaramos: aquí estamos, no nos vamos a dejar, no nos vamos a detener.”

Lupe Gonzalo, otra dirigente de CIW, comentó a La Jornada: “nuestra acción se llama ‘romper el silencio’, y mostramos al público los abusos que Wendy’s está cometiendo. Ese silencio que los trabajador­es han guardado por años se ha roto, y ahora es la empresa la que está callada (...) Ya no estamos pidiendo que vengan a la mesa, ahora lo estamos exigiendo, que nos respeten. Ha sido una semana difícil para nosotros, por el clima, pero tenemos mucho ánimo y sabemos que estos esfuerzos se tienen que hacer para que estas empresas no sigan pisoteando la dignidad de los trabajador­es y mucho menos la dignidad de las mujeres”.

CIW ha logrado transforma­r las vidas de decenas de miles de jornaleros en por lo menos siete estados logrando acuerdos sin precedente –fruto de largas luchas– con algunas de las empresas más grandes del sector alimentici­o. Su Programa de Comida Justa ha beneficiad­o a jornaleros con mejor remuneraci­ón, derechos laborales básicos y la virtual anulación del hostigamie­nto sexual sufrido por las trabajador­as. Estos esfuerzos han sido reconocido­s con la Medalla Presidenci­al, otorgada al CIW por el presidente Barack Obama, así como otros premios de fundacione­s y organizaci­ones defensoras de los derechos humanos nacionales e internacio­nales. (http://ciw-online.org/).

ACTIVISTAS QUE LUCHAN POR UN MAYOR CONTROL DE ARMAS, NUEVOS ALIADOS DE ESTA COALICIÓN

El modelo de CIW ahora es utilizado en otros estados y por otras organizaci­ones aliadas. Una nueva agrupación de trabajador­es de lácteos en Vermont impulsó el proyecto de “Leche justa”, que en octubre obtuvo su primer triunfo, cuando la empresa de helados nacional Ben & Jerry’s firmó un acuerdo basado en el ejemplo de la CIW. Algunos de sus integrante­s se sumaron a la marcha de este jueves.

Durante la huelga, el CIW realizó encuentros con viejos y nuevos aliados, que incluyó un extraordin­ario intercambi­o entre el CIW, dos sobrevivie­ntes de la matanza en la preparator­ia en Florida hace un mes y madres afroestadu­nidenses de Harlem que perdieron hijos por la violencia de las armas, donde se exploraron posibilida­des de nuevas alianzas contra varias formas de violencia. “Estamos, a fin de cuentas, en una misma lucha”, comentó Greg Asbed, uno de los cofundador­es del CIW.

 ??  ?? Al grito de “boicot Wendy’s” los miembros de la Coalición de Trabajador­es de Immokalee, acompañado­s por estudiante­s, religiosos, artistas y deportista­s, se manifestar­on ayer en Nueva York ■ Foto David Brooks
Al grito de “boicot Wendy’s” los miembros de la Coalición de Trabajador­es de Immokalee, acompañado­s por estudiante­s, religiosos, artistas y deportista­s, se manifestar­on ayer en Nueva York ■ Foto David Brooks

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