CARTA AL RECTOR DE LA UNAM
Doctor Enrique Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México:
En los últimos días, en distintos espacios universitarios, las actividades cotidianas han sido paradas por muchas jóvenes universitarias que demandan la clara resolución de casos relacionados con acoso. En buena parte de los casos denunciados, el Protocolo para la Atención de Violencia de Género no ha sido aplicado, se ha asignado con un sesgo que impide una verdadera sanción a los implicados o es insuficiente, y, por ello, lo que se experimenta es que la institución no toma las medidas adecuadas para dar cauce a las acusaciones. No hay duda de que, como en muchos lugares del mundo, nuestra universidad, ante la creciente exhibición pública de la sistemática violencia contra las mujeres, se enfrenta a la necesidad de construir las vías institucionales antes inexistentes para estos escenarios. Por esto, es justo en este contexto que la UNAM debería ser faro y guía ciudadana para la configuración de mecanismos que resulten confiables. De modo que parece impostergable que, como con el tráfico de drogas, se manifieste una clara línea institucional general para los casos de acoso o de violencia de género, y que no se deje esto a la presupuesta sensibilidad, imparcialidad y pericia de las autoridades locales. Y esto sólo será posible cuando la administración central produzca condiciones para que la propia comunidad universitaria cree mejores lineamientos, transparentes e incluso públicos, sobre las caminos de denuncia, los espacios de resolución y las sanciones; se trata de que tengamos herramientas que no dejen lugar a duda de que se hace justicia a la víctima y de que el acusado es efectivamente un acosador. En un país marcado por el feminicidio, tenemos que estar a la altura de la historia que hoy a través de las voces femeninas exige la transformación de las normas sociales. Así, acorde con el mejor espíritu universitario, demostraríamos que es posible construir una sociedad con equidad de género donde las mujeres tengamos certeza de que nuestra seguridad e integridad están garantizadas.