Propone la ONU usar medidas ecológicas para gestionar el agua
Comenzó en Brasilia foro mundial sobre el recurso; señala crisis inminente
■ Se ha recurrido a la infraestructura, dejando de lado los enfoques ecológicos del conocimiento indígena, señala ■ El cambio climático y el incremento poblacional son desafíos en la materia
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, y el presidente de la agencia especializada ONU-Agua, Gilbert Houngbo, presentarán hoy el Informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos 2018, que aboga por soluciones basadas en la naturaleza para mejorar el abastecimiento y la calidad de ese líquido, así como para reducir el impacto de las catástrofes naturales.
“¿Y si las represas, los canales de riego y las plantas de tratamiento de aguas no fueran los únicos mecanismos para gestionarlas?”, pregunta el texto que presentado en Brasilia al comenzar el Foro Mundial del Agua, con la presencia de más de 10 mil especialistas.
En el comunicado “Acceso al agua: ¿se acerca la revolución verde?”, enviado por la Unesco a La Jornada, el organismo refiere que uno de los temas centrales de esta emisión del foro es la gestión de los recursos hídricos, la cual “requiere nuevas soluciones para contrarrestar los crecientes desafíos de la seguridad del recurso vital, derivados del aumento de población y el cambio climático. Este informe emitido por la Unesco y la ONU-Agua propone una respuesta innovadora, pero que ha existido durante miles de años: las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN)”.
Sin agua, más de 2 mil millones de personas
Para hacer frente a una inminente crisis hídrica global debido a que “más de 2 mil millones de personas carecen de acceso al agua potable y más del doble no cuentan con servicios de saneamiento seguro”, la Unesco y la ONU-Agua sugieren como herramienta las SBN, que están “inspiradas, respaldadas y utilizan o imitan los procesos naturales para contribuir a la gestión mejorada del agua; una solución de esta índole puede implicar la conservación o rehabilitación de los ecosistemas naturales y/o la mejora o creación de procesos naturales en ecosistemas modificados o artificiales”.
Las SBN “se pueden aplicar a escalas micro (por ejemplo, un inodoro seco) o macro (muros verdes, jardines en azoteas e infiltraciones con vegetación o cuencas de drenaje, entre otros) de países”, se indica en el informe.
“Si no actuamos, de aquí a 2050, cerca de 5 mil millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua... Es un desafío mayor que debemos abordar juntos y de manera responsable para impedir los conflictos relacionados”, alertó Azoulay.
“Durante mucho tiempo el mundo ha recurrido en primer lugar a la infraestructura construida para mejorar la gestión de los recursos hídricos. Al hacerlo, frecuentemente ha dejado de lado el conocimiento tradicional e indígena que adopta enfoques más ecológicos”, señala Houngbo en el texto.
El informe incluye un apartado dedicado a la “reducción del riesgo de catástrofes naturales” en el que se destaca el papel de las zonas húmedas que también actúan como barreras protectoras y “esponjas naturales que capturan el agua de lluvia, lo que limita la erosión del suelo y el impacto de ciertas catástrofes naturales como las inundaciones. Pero, debido al cambio climático, los expertos prevén que la frecuencia y la intensidad de estas catástrofes van a acentuarse.”
Algunos países ya están actuando en consecuencia: tras el tsunami que azotó sus costas en 2010, Chile anunció medidas para proteger las zonas húmedas que bordean las partes costeras del país.
Otro ejemplo: luego del huracán Katrina que afectó a Estados Unidos en 2005, Luisiana creó la autoridad de protección y de restauración costera para luchar contra la degradación de las zonas húmedas del delta del Mississippi, cuyo mal estado tuvo mucho que ver con la amplitud de la catástrofe causada por el huracán.
Durante la cumbre, que cuenta con el aval del Consejo Mundial del Agua, se tratarán los temas de la oferta de agua y la demanda en las grandes metrópolis, la biodiversidad y los recursos hídricos, así como el financiamiento y la gestión política de planes de protección de este líquido.
“El objetivo del foro es aproximar a la comunidad científica y técnica a la comunidad que toma las decisiones. Es necesario motivar a los gobernantes a que destinen recursos para las obras hídricas necesarias”, declaró Braga.