Sin nuevas políticas de desarrollo, AL seguirá a la zaga, alerta el BID
La economía de la región se expandirá menos que en el resto del mundo, indica análisis
■ Señala que ya están restringidos o revertidos los factores que impulsaban el crecimiento latinoamericano ■ Resalta que se requieren más inversiones, sobre todo en infraestructura
Las políticas que apunten al crecimiento son indispensables en América Latina y el Caribe, cuya economía se expandirá menos que en el resto del mundo, advirtió ayer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al cierre de su asamblea anual en Mendoza.
En su análisis macroeconómico, el organismo proyectó que el producto interno bruto (PIB) de la región crezca 2.6 por ciento en promedio entre 2018 y 2020, conforme con su índice histórico de 2.4 por ciento en promedio entre 1960 y 2017.
Ese indicador está aún por debajo de la tasa de crecimiento que se espera para Asia (6.5 por ciento) y Europa (3.7 por ciento).
Sin embargo, el BID indicó que “mientras la economía mundial enfrenta potenciales riesgos de mayores tasas de interés y una corrección a los precios internacionales de los activos, la perspectiva general de la región es positiva”.
“El índice de crecimiento esperado es de 1.9 por ciento este año. Sin embargo, esto se encuentra muy por debajo del nivel mundial previsto en 3.9 por ciento, y América Latina y el Caribe seguirán a la zaga a menos que se promulguen sustanciales cambios de política en el frente económico”, reafirmó.
Los gobernadores de la institución sesionaron desde el sábado cuando el presidente de Argentina, Mauricio Macri, mencionó a delegados de 49 países que “no hay un crecimiento económico sin desarrollo y el BID ocupa un lugar fundamental”.
El informe de la entidad multilateral, titulado La hora del crecimiento, subrayó que “los factores que impulsaban el crecimiento anteriormente, como tendencias demográficas positivas, el aumento de los precios de materias primas y los estímulos fiscales disponibles, se han visto revertidos o restringidos”.
El BID, fundado en 1959, es una de las principales fuentes de financiamiento para el desarrollo en la región.
“América Latina lleva muchas décadas acumulando un