México, “entre los ganadores” de la confrontación
Los productos chinos mantendrán presencia global y las importaciones de los mismos que realizan Estados Unidos y México permanecerán prácticamente “inalteradas” porque los aranceles que les han aplicado, como en el caso del acero, y los nuevos impuestos que pretende el presidente Donald Trump a productos de alta tecnología son muy pocos, además de que las aduanas “son bastante porosas”, aseveró Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China–México (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista.
China concentra 21.5 por ciento de las importaciones que realiza Estados Unidos, por lo cual es su principal proveedor. México es el segundo, ya que desde 2016 desplazó de ese sitio a Canadá y concentra 13.5 por ciento de las compras estadunidenses.
La agencia de noticias Reuters indicó que, en caso de que el gobierno de Trump concrete un arancel de 25 por ciento a mil 300 productos chinos, la mayoría de alta tecnología, algunos países, como México, Japón, Tailandia, Malasia y Vietnam podrían “emerger como posibles ganadores de la decisión de Trump”.
Actualmente México vende a Estados Unidos 6 mil millones de dólares en pantallas de televisión, casi el doble que China, mientras Tailandia coloca en el vecino país 3 mil 500 millones de dólares en discos duros, cuatro veces más que los chinos, precisó.
Dussel rechazó que exista una guerra comercial entre China y Estados Unidos. Si acaso, señaló, son “pequeñas batallas” entre ambos países y cuyo origen atribuyó a “la estrategia negociadora personal de Trump, muy perversa, activa, unilateral y que se vuelve cada día más agresiva, pero ya bastante desgastada, de primero golpear para sentarlo a negociar, la misma que durante ocho meses ha llevado a cabo contra México y Canadá en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero ahora se encontró con uno de su tamaño que es China”.
Si bien resaltó que los anuncios de Trump van contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) y los tratados comerciales, Dussel también sostuvo que en los hechos “genera muy poca carnita”. Como ejemplo refirió que el gran anuncio que el mandatario estadunidense hizo a finales de febrero de gravar las importaciones de acero y aluminio, en la realidad sólo afectará a menos de 5 por ciento de las mismas.
Cuestionado sobre si tal confrontación afectará a México, consideró que ésta “podría hasta ser positiva, en el sentido de que, ojalá, Trump le dedique más energía a terceros, como China u otros países, y menos a nuestra nación y la renegociación del TLCAN”.
SUSANA GONZÁLEZ G.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, expresó que espera que las medidas arancelarias que toman el país norteamericano y China posiblemente lleven a negociaciones sobre los gravámenes, pero sostuvo que no estaba claro si estas charlas se realizarían a finales de mayo o más tarde. “No sería sorpresivo para nada si el resultado final de todo esto consiste en cierto tipo de diálogo”, resaltó Ross en una entrevista con la cadena CNBC.
El principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, señaló: “No creo que sea una guerra comercial. Creo que habrá intensas negociaciones”. Cuando se le preguntó si los aranceles estadunidenses podrían no entrar en vigencia y ser una táctica de negociación, contestó: “Sí, es posible. Es parte del proceso”.
El funcionario calificó los anuncios de ambos países de propuestas de apertura.
Cui Tiankai, embajador de China en Estados Unidos, tuvo una reunión de una hora en el Departamento de Estado en Washington con el secretario en funciones, John Sullivan. “Seguimos prefiriendo la negociación, pero se necesitan dos para bailar tango. Veremos qué hará Estados Unidos”, resaltó el embajador tras la cita.
Los grandes perdedores
Un análisis de la agencia de noticias Bloomberg señaló que los grandes perdedores ante la imposición de aranceles por estos países son empresas estadunidenses, como el fabricante de aviones Boeing, que es el principal exportador individual a China; Apple, la cual opera importantes bases de producción chinas y que enfrentaría costos más altos o interrupciones en la cadena de suministro.
También se verán afectados las farmacéuticas estadunidenses, así como los fabricantes de vehículos, ya que China planea aplicar aranceles a la mayoría de los vehículos del país norteamericano, incluidos los eléctricos.
En ese caso, Tesla corre un riesgo particular, ya que depende de los vehículos fabricados en Estados Unidos para sus ventas en China, mientras fabricantes como General Motors y Ford Motor también ensamblan en la nación asiática.
Los mercados bursátiles resintieron las tensiones comerciales, la mayoría de los asiáticos y europeos terminaron con pérdidas; el Dow Jones comenzó con una baja de más 300 puntos. Los títulos de Boeing perdieron uno por ciento a 237.44 dólares y fueron los de mayor lastre para el índice, debido a su exposición a China.