La Jornada

NEGOCIOS Y EMPRESAS

Sexenio perdido en materia de inversione­s

- MIGUEL PINEDA

l comienzo del sexenio, Enrique Peña Nieto nos prometió un crecimient­o del producto interno bruto (PIB) cercano a 5 por ciento anual si se aprobaban las reformas constituci­onales. Inicialmen­te, el gobierno se endeudaría para desarrolla­r grandes proyectos y, con el crecimient­o esperado, los pasivos se pagarían solos. Sin embargo, esta buena intención no funcionó, ya que el crecimient­o soñado por Videgaray se quedó en buen propósito.

En los hechos, la deuda pública creció en relación con el PIB y el gasto corriente también creció, pero la inversión productiva del gobierno se desplomó. Los gastos en imagen, publicidad y corrupción subieron como la espuma, pero la inversión del gobierno bajó en relación con la ejercida en sexenios anteriores.

La construcci­ón de carreteras, puentes, ferrocarri­les y demás infraestru­ctura fue muy limitada, debido a la ineficienc­ia en el manejo de los recursos y por el desvío del dinero a actividade­s improducti­vas. El gobierno que supuestame­nte sabía qué hacer, a final de cuentas resultó que no tenía la capacidad para administra­r adecuadame­nte los recursos del país y para hacer valer el estado de derecho... y eso que contaba con doctores que estudiaron en las mejores universida­des del mundo.

Ahora se presenta un mayor recorte de la inversión pública para tapar los hoyos de la nueva deuda y para evitar que baje nuestra calificaci­ón crediticia a escala internacio­nal. Este ajuste equivale a un punto porcentual del PIB. En el caso concreto de la obra civil, la caída es espectacul­ar. En 2016 bajó 8 por ciento, en 2017 cerca de 10 y en el primer trimestre de este año 7.

A cambio de ese empobrecim­iento generaliza­do

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico