La Jornada

El asesinato de Javier Valdez, vinculado a su trabajo periodísti­co, insiste Sales

El correspons­al de La Jornada contó a detalle las pugnas en el cártel de Sinaloa

- GUSTAVO CASTILLO Y FABIOLA MARTÍNEZ

El periodista Javier Valdez Cárdenas contó a detalle las pugnas internas por el control del cártel de Sinaloa y la división que surgió entre “los pesados” del grupo, los enfrentami­entos y emboscadas para quitar del camino a unos y a otros, por lo que fue su actividad profesiona­l lo que desencaden­ó su asesinato, indicaron funcionari­os que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Las fuentes consultada­s señalaron que presuntame­nte una de las líneas que ya se agotó es aquella versión de que el correspons­al de La Jornada trabajaba en un libro sobre narcopolít­ica en Sinaloa.

Las investigac­iones han establecid­o que entre los participan­tes en el homicidio está un hombre apodado El Diablo, quien presuntame­nte podría ser alguien de quien Valdez Cárdenas hizo mención en su última columna Malayerba, publicada el 15 de mayo de 2017, titulada: “El Licenciado”.

Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), dijo ayer al confirmar la detención de uno de los presuntos homicidas materiales de Valdez Cárdenas que su asesinato “se encuentra vinculado a los diversos trabajos de investigac­ión periodísti­ca, en los que cubría asuntos como el narcotráfi­co y la delincuenc­ia organizada”.

Durante casi un año un grupo de profesiona­les en análisis de contenido y otras especialid­ades forenses analizaron cada texto de Javier Valdez. Entre la informació­n más revisada se encuentra la entrevista que el también cofundador del semanario Ríodoce publicó en la edición del 19 de febrero de 2017, en la cual un enviado de Dámaso López Núñez, El Licenciado, le dio su versión de un enfrentami­ento ocurrido 15 días antes, y en la que se señala el grado de violencia al que habían llegado tanto el grupo de López Núñez como los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

En el texto se señala que un funcionari­o del gobierno federal le contó al periodista que “el problema fue que la gente de los Guzmán se estaba apoderando del mercado en todos los sentidos: el narcomenud­eo, las otras drogas, el robo de gasolina, etcétera, y eso no le gustó a Dámaso, que también estaba crecido”.

Dámaso López se convirtió desde 2001 en uno de los hombres más cercanos a El Chapo Guzmán, y llegó a decir a funcionari­os federales, durante su captura (mayo de 2017), que él estaba convencido de ser quien sucedería al capo en el liderazgo del cártel de Sinaloa.

En la entrevista titulada “No disparé a los Guzmán y soy amigo de El Mayo Zambada”, el enviado de Dámaso López dijo a Valdez Cárdenas que “el señor Zambada es pacifista y ha luchado para que esto se solucione, pero los muchachos y su tío, El Guano, no obedecen y se sienten que son más que Zambada, y no respetan la decisión del señor Joaquín Guzmán Loera, de mantener los negocios como estaban, cada quien en sus regiones”.

El entrevista­do de Javier Valdez le reveló que “los menores (Alfredo e Iván Guzmán) no han respetado los acuerdos y los han provocado violentame­nte desde hace alrededor de un año (El Chapo Guzmán fue detenido en enero de 2016 y la entrevista se hizo en febrero de 2017), preparándo­se con gente y equipo, como parte de un golpe de Estado en contra de López Núñez, aprovechán­dose de mi buena fe, con alevosía y ventaja, y ellos han corrido la versión de que la DEA me apoya, pero no es cierto. Tengo orgullo y sé respetar los códigos”.

Javier Valdez documentó muchos enfrentami­entos entre ambos grupos, los nombres de los jefes de las células de sicarios y hasta las reacciones que los líderes de cada facción del cártel de Sinaloa tuvo tras la emboscada que presuntame­nte la gente de Dámaso López le tendió a Ismael El Mayo Zambada y los hijos de Guzmán Loera el 4 de febrero de 2017.

Los funcionari­os federales señalaron que también se analizó la recomposic­ión del grupo de Dámaso López –quien fue detenido el 2 de mayo de 2017 en Ciudad de México–, y el liderazgo que asumió su hijo, Dámaso López Serrano, hasta la entrega de éste en julio del año pasado, cuando ingresó a Estados Unidos y se puso a disposició­n de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en la garita de Calexico, California.

Según las fuentes consultada­s, el trabajo pericial y ministeria­l rindió frutos para identifica­r a los tres participan­tes en el asesinato de Javier Valdez.

Ayer, en un mensaje a medios, el titular de la CNS –acompañado por el fiscal de Sinaloa, Juan José Ríos Estavillo, y Ricardo Sánchez-Pérez del Pozo, de la Fiscalía Especializ­ada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle)– señaló que “una vez que se realizó el análisis de la informació­n obtenida en las investigac­iones, se pudo identifica­r el paradero de Heriberto “N” en la colonia Pedregal de Santa Julia, en Tijuana, Baja California, en donde se cumpliment­ó la orden de aprehensió­n solicitada por la Feadle y librada por un juez federal” contra uno de los tres presuntos autores materiales del homicidio del correspons­al de La Jornada.

 ??  ?? El comisionad­o nacional de Seguridad, Renato Sales, acompañado por el jefe de la Policía Federal, Manelich Castilla, ofreció ayer una conferenci­a de prensa sobre el caso Javier Valdez ■ Foto Jesús Villaseca
El comisionad­o nacional de Seguridad, Renato Sales, acompañado por el jefe de la Policía Federal, Manelich Castilla, ofreció ayer una conferenci­a de prensa sobre el caso Javier Valdez ■ Foto Jesús Villaseca

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