¿LA FIESTA EN PAZ?
Federico Pizarro, adiós de otro torero desaprovechado Acontecimiento mundial taurino, la presentación del libro de Reiba
l martes pasado, en El Taquito, de las calles de El Carmen, en el incansable Centro Histórico capitalino, el fino matador de toros Federico Pizarro (Ciudad de México, 2 de diciembre de 1971), convocó a una conferencia de prensa para anunciar que tras 25 años de alternativa dice adiós a su carrera, trayectoria que, para no variar, sufrió las incomprensiones, vetos y antojos de un sistema taurino con un concepto muy limitado de lo que significa dar espectáculo.
A esta atmósfera enrarecida del espectáculo taurino tuvo que enfrentarse la generación de Federico Pizarro, quien luego de cortar orejas y rabo a Consentido, de Xajay, en la Plaza México, el 26 de marzo de 1995, pareció firmar un contrato de exclusión, pues en los siguientes 20 años su tauromaquia sobria y su singular expresión pasaron de noche para las inefables empresas. Y nada cambió después de su emotiva faena a Gonzalero, de De Haro, en diciembre de 2013, en ese mismo escenario, por la que obtuvo importante oreja.
Por ello, a miles de aficionados mexicanos llenó de satisfacción y orgullo que Pizarro le pegara un repaso al Divo Enrique Ponce en la reciente Feria de Puebla, al cortarle las orejas a Seda Blanca, de Villa Carmela, y convertirse en el triunfador de la feria y autor de la mejor faena. Federico llegó a ese compromiso con una corrida toreada en el año, en esa torpe costumbre mundial de hacer toreros en las antesalas de los despachos, no delante de los toros y compitiendo con los que se dicen figuras. Desde entonces, 27 de abril, no ha vuelto a ver un pitón.
Este jueves 24, en la ciudad de Puebla, tendrá lugar un auténtico acontecimiento mundial taurino, ya que se presenta el libro Ofensa y defensa de la tauromaquia, de Horacio Reiba, Alcalino (Puebla,