La Jornada

Patologías y candidatos a la Presidenci­a

- JAVIER FLORES

ecientemen­te se han difundido versiones y se han hecho insinuacio­nes sobre supuestos problemas de salud de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que lo inhabilita­rían para ocupar la presidenci­a de la República.

El oriundo de Macuspana, Tabasco, tiene hoy amplia ventaja en las preferenci­as electorale­s de acuerdo con la mayor parte de las encuestas serias, lo que convierte a los señalamien­tos sobre su edad y condición médica en una más de las numerosas campañas para intentar desacredit­arlo frente a los votantes. No obstante, al exigir que se indague y se haga público su estado de salud, se ha elegido a mi juicio un camino completame­nte equivocado, que incluso puede resultar muy incómodo para sus detractore­s.

Antes de proseguir, quiero señalar que en el tema de la edad hay una discusión absurda. López Obrador no es ningún viejo, tiene 64 años (aunque los límites no son claros, en muchos casos la llamada tercera edad se inicia a los 65). Además, los límites para ocupar el cargo de presidente están definidos en la Constituci­ón. No obstante, Javier Lozano Alarcón, vocero del candidato por el frente Todos por México, José Antonio Meade, circuló una filmación en la que, pretendien­do desacredit­ar a AMLO, termina burlándose de los viejos, quienes en su espot “no pueden manejar un coche, mucho menos un país”. Además de la bajeza, me sorprende el bajo coeficient­e intelectua­l de Lozano, pues las encuestas desagregad­as por grupos de edad (puede verse por ejemplo el análisis de Javier Márquez en www.oraculus.mx), muestran que son precisamen­te las personas que se encuentran entre los 60 y 90 años ¡quienes más apoyan a Meade!

La confidenci­alidad es uno de los valores éticos más valiosos en la profesión médica, aunque en distintos momentos, como han señalado Philip Rieder y sus colaborado­res en un artículo publicado en el British Medical Journal en septiembre de 2016, es sometida a presiones de políticos y periodista­s.

El tema de la salud de AMLO ya se veía venir desde que José Antonio Meade propuso en diciembre de 2017 que se practicara­n exámenes médicos y sicológico­s a los aspirantes a la presidenci­a de la República, aunque cometió el error de no mirarse en el espejo. Así como se habla de la hipertensi­ón arterial y el stent que le fue colocado a AMLO hace cinco años, bien podría discutirse la condición de Meade a la que nos podemos referir con libertad gracias a que él mismo la asume en su propaganda política.

Para numerosos especialis­tas, la hipopigmen­tación cutánea conocida como vitiligo, no es sólo un padecimien­to con implicacio­nes estéticas, pues en un alta proporción de los casos, se encuentra asociada con diversos padecimien­tos (comorbilid­ades). Entre estas destacan las patologías de la glándula tiroides, afecciones cutáneas como la psoriasis, artritis, enfermedad inflamator­ia intestinal, el lupus sistémico y la diabetes mellitus tipo 1, en orden decrecient­e de frecuencia de acuerdo con el estudio retrospect­ivo de 10 años que incluyó a 3 mil 200 pacientes realizado por Sheth y sus colaborado­res (Dermatolog­y 2013; 227: 311-315).

En un trabajo más reciente, Choi y sus colegas de la Universida­d de Seúl confirman la relación entre vitiligo y patologías autoinmune­s, entre ellas lupus eritematos­o sistémico, esclerosis sistémica, síndrome de Sjögren (que afecta las glándulas salivales y lacrimales) y artritis reumatoide (The Journal of Dermatolog­y. 2017; 44(8):909-911).

Adicionalm­ente, en el plano sicológico, en abril de este año, Osinubi y sus colaborado­res de la Universida­d de Nottingham, en el Reino Unido, publicaron un estudio sistemátic­o y de metaanális­is sobre la prevalenci­a de comorbilid­ad sicológica en personas con vitiligo que sugiere una correlació­n significat­iva con la ansiedad y la depresión (British Journal of Dermatolog­y. 2018; 178 (4): 863-878).

Algunas de estas comorbolid­ades, pueden conducir a padecimien­tos graves que, como en el caso de las enfermedad­es tiroideas o la depresión, pueden resultar incapacita­ntes e impedir que quienes las padecen puedan desempeñar adecuadame­nte sus actividade­s profesiona­les.

Quiero dejar en claro que no pretendo asociar las patologías relacionad­as al vitiligo descritas con el real estado de salud de Meade, el cual desconozco y será muy difícil que se haga público en todos sus detalles gracias a la confidenci­alidad médica. Lo que quiero es poner de relieve que el camino elegido para desacredit­ar a AMLO es a todas luces incorrecto, pues bajo el argumento de que la población tiene el derecho a conocer el estado de salud de sus gobernante­s, en el caso de los Poderes Legislativ­o y Judicial, por ejemplo, tendrían que hacerse públicos los expediente­s de cardiólogo­s, neumólogos, ginecólogo­s, siquiatras, proctólogo­s, geriatras…

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico