La Jornada

Contará Jalisco con un centro de atención para hijas e hijos de jornaleros agrícolas

Con este proyecto se busca reducir el trabajo forzado de menores en el campo Sólo curanderas o parteras permanecen en sus comunidade­s Más de la mitad de las ancianas indígenas se ven obligadas a migrar a zonas urbanas

- NÉSTOR JIMÉNEZ NÉSTOR JIMÉNEZ

La Secretaría del Trabajo tiene listo el cuarto Centro de Atención Infantil Bio 1 para hijas e hijos de jornaleros agrícolas, que se instalará en Jalisco y con el cual buscan reducir el trabajo infantil en el sector agrícola.

La dependenci­a tiene catalogado el nuevo sitio, que se inaugura este lunes, como el más novedoso de su tipo, ya que además de ofrecer talleres de pintura, artes plásticas y canto, incluye un curso de derechos enfocados al trabajo infantil en busca de reducir el trabajo forzoso de los menores. En México, más de la mitad de las mujeres indígenas de la tercera edad se ven obligadas a migrar de las zonas rurales a las urbanas principalm­ente por pobreza y falta de servicios de salud, apunta un reporte de la Secretaría de Igualdad de Género de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrátic­a (PRD).

Con excepción de quienes desempeñan papeles como curanderas o parteras, el resto es ignorada en sus funciones sociales durante la vejez.

De acuerdo con los datos expuestos por dicha secretaría interna del sol azteca durante un seminario impartido a sus integrante­s, poco más de 15 por ciento de la población mexicana

En el Centro Bio 1, ubicado dentro del Bioparque de Occidente, los niños y adolescent­es podrán permanecer desde las 6 de la mañana hasta que salga el último trabajador de su jornada laboral, y tendrá capacidad para atender a 350 menores por vive o proviene de una comunidad indígena, lo cual representa unos 17 millones de habitantes. Cifras del Consejo Nacional de Población indican que hasta 21 por ciento de la población se considera indígena por su cultura, historia y tradicione­s.

Durante el Seminario Binacional por el Empoderami­ento de las Mujeres Migrantes, la secretaría de igualdad de género sostuvo que “el papel de la mujer indígena anciana es diferente al turno. Será inaugurado por el Secretario del Trabajo y Previsión Social, Roberto Campa Cifrián, como parte de una gira de supervisió­n a centros jornaleros.

De acuerdo con el último informe analizado por la Conferenci­a Nacional de Secretario­s del Trabajo del hombre: prácticame­nte ha sido ignorada de sus funciones sociales en la vejez”.

En las ciudades y zonas urbanas, la situación de vulnerabil­idad de las mujeres indígenas de la tercera edad puede incrementa­rse. A pesar de ello, en México 54 por ciento de este sector vive en zonas urbanas por migracione­s internas.

La principal razón por la que dejan sus territorio­s de origen es económica, además de “desventajo­sas” condicione­s de vida (Conasetra) en febrero pasado, en el país aún trabajaban más de medio millón de niños jornaleros.

En la última sesión de esta conferenci­a desarrolla­da en Rosarito, Baja California, uno de los dictámenes presentado­s indica que, aunque se redujo el que afectan las zonas rurales y la escasez de servicios del Estado, principalm­ente del sector salud.

La migración de la mujer indígena se agrava desde su juventud debido a una alta mortalidad materna e infantil por falta de servicios adecuados de salud en sus comunidade­s, violencia intrafamil­iar, necesidad de escapar de la autoridad paterna y control familiar, búsqueda de empleos mejor remunerado­s, contar con ingresos propios y poder acceder a la educación. trabajo infantil casi en 50 por ciento entre 2007 y 2015, en esta última medición aún había reporte de 660 mil 135 menores jornaleros; casi 90 por ciento de ellos eran varones.

Del total de trabajador­es infantiles, 40 por ciento no asiste a la escuela y casi 40 mil niños, niñas y adolescent­es sufrieron lesiones, accidentes o enfermedad­es a causa de realizar dicho trabajo, esto de acuerdo con el informe del subsecreta­rio de Previsión Social disponible en la página de esta secretaría.

La mayoría de los niños registrado­s en dicho reporte señalaron tener un horario irregular, seguidos de una cuarta parte que laboraba 14 horas semanales. Al menos 7 por ciento trabajaba más de 48 horas por semana, es decir, una jornada laboral de 9.6 horas al día, tomando como base cinco días de trabajo, o seis horas diarias tomando siete días de trabajo a la semana como base.

La dependenci­a señaló que la construcci­ón de Centros de Atención Infantil es uno de los requisitos para obtener el distintivo Empresa Agrícola Libre de Trabajo Infantil (DEALTI).

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