Nuevo sistema permite ver y oír las profundidades del universo
Un telescopio óptico y un radiotelescopio operan conectados en dos sitios de Sudáfrica
Un telescopio óptico conectado con otro que opera con señales de radio en suelo sudafricano entró en funcionamiento el viernes, una inédita cooperación para explorar “con ojos y oídos” las profundidades del universo.
El instrumento de observación, que pertenece al proyecto Square Kilometre Array (SKA), está situado en el lejano desierto sudafricano de Karoo y se convertirá en el más poderoso sistema radiotelescópico del mundo.
La instalación combina el nuevo telescopio MeerLITCH (que significa “más luz” en holandés), con el recientemente terminado radiotelescopio MeerKAT, que cuenta con 64 plataformas, localizado 200 kilómetros más lejos.
“Escuchamos y observamos el cielo al mismo tiempo, lo que es un nuevo concepto en la astronomía mundial”, afirmó Paul Groot, de la universidad holandesa de Radboud.
El MeerLICHT “son los ojos, mientras el MeerKAT desempeña el papel de oído como radiotelescopio. Es fantástico ver las sorprendentes visiones que produce”, añadió Radboud.
ANALIZAR LAS EXPLOSIONES DE LAS SUPERNOVAS, UNA DE LAS PRINCIPALES TAREAS ■ Antes tenían que esperar a que un incidente cósmico fuera captado por un equipo y luego debían realizar observaciones ■ Ahora se facilitará el estudio simultáneo cuando ocurre el fenómeno
Los astrónomos tenían antes que esperar a que un incidente cósmico fuera captado por un radiotelescopio y luego debían realizar observaciones ópticas.
Pero combinar el MeerLITCH, situado en la pequeña ciudad de Sutherland, con el MeerKAT, en la poco poblada provincia del Cabo Norte, facilitará el estudio simultáneo de los acontecimientos cósmicos cuando ocurren.
El proyecto lleva seis años en preparación por un equipo conjunto de científicos sudafricanos, holandeses y británicos.
“Es la primera vez que un telescopio rastreará a un radiotelescopio para que cuando haya descubrimientos, se les pueda dar un seguimiento”, señaló a la prensa Phil Mjwara, director general en el ministerio sudafricano de Ciencia y Tecnología.
El telescopio óptico, construido en Holanda y enviado a Sudáfrica, usa un espejo principal de 65 centímetros de diámetro y un detector de 100 megapíxeles que mide 10 por 10 centímetros.
Está instalado en un edificio cilíndrico cuya cúpula está hecha de fibra de carbono para protegerlo de las fluctuaciones de temperatura en el desierto de Karoo. Este remoto lugar fue escogido por sus cielos despejados, clima seco y nada de contaminación.
Entre las prioridades del telescopio óptico MeerLICHT, que costó cerca de 1.1 millones de dólares, está analizar fenómenos astrofísicos difícilmente perceptibles, como las explosiones de supernovas, esas estrellas gigantes que mueren en una inmensa deflagración, o los destellos de rayos gamma.
CAPTARÁN OBJETOS UN MILLÓN DE VECES MÁS PEQUEÑOS DE LO QUE PUEDE OBSERVAR EL OJO HUMANO