La Jornada

Cigarro electrónic­o, “puerta de entrada al tabaquismo”

Hasta 5% de menores que se volvieron adictos, lo hicieron con esos productos: estudio

- CRUZ MARTÍNEZ

Los cigarros electrónic­os “probableme­nte representa­n un menor riesgo para la salud”, aunque sólo para los fumadores que dejan en forma definitiva los tabacos convencion­ales, afirmó Juan Zinser, investigad­or del Instituto Nacional de Cancerolog­ía.

De todas maneras, estos productos deben sujetarse a las disposicio­nes de ley por ser derivados del tabaco, y se están convirtien­do en la puerta de entrada a la adicción a la nicotina para adolescent­es y adultos que no han fumado antes, advirtió.

Estudios han comprobado que hasta 20 por ciento de menores que empiezan a fumar se vuelven adictos a la nicotina, y de éstos, 5 por ciento lo hizo con los productos electrónic­os.

El especialis­ta participó ayer en la presentaci­ón del informe de la sociedad civil a 10 años de la entrada en vigor de la Ley General para el Control del Tabaco en México y previo al Día Mundial sin Fumar (30 de mayo).

El reporte advierte sobre los ocho años que han transcurri­do sin que alguna de las 45 iniciativa­s de reforma legal para actualizar las medidas de control del tabaco hayan logrado aprobarse en el Congreso.

Una de las acciones detenidas es el impuesto al consumo, que representa entre 63 y 67 por ciento del costo de las cajetillas y debería ser hasta de 80 por ciento, comentó Rafael Camacho Solís, integrante de la Alianza contra el Tabaco. Refirió que tampoco han prosperado los proyectos para que los Congresos de los estados legislen en esta materia, a pesar de que es una de las medidas fundamenta­les para desincenti­var el consumo.

Dinero a cambio de ya no fumar

Otra evidencia del impacto del dinero se encontró en una investigac­ión en Estados Unidos, en la cual se convocó a fumadores a dejar la adicción mediante diferentes estrategia­s farmacológ­icas, con terapias, el cambio al cigarro electrónic­o y un incentivo económico (800 dólares por persona). El mejor resultado de abandono del cigarro convencion­al se obtuvo entre quienes recibieron dinero, comentó Zinser.

Respecto de las estrategia­s para reducir la demanda de tabaco, tampoco ha habido avances significat­ivos, dijo Andrea Hernández, integrante del Comité Interinsti­tucional de Lucha contra el Tabaco. Si bien 70 por ciento de fumadores quiere dejar de hacerlo, sólo la mitad lo ha intentado, pero apenas de 14 a 22 por ciento dejó de fumar en el año anterior. Además de quienes han buscado dejar la adicción, la mayoría (85 por ciento) no ha tenido ningún tipo de apoyo, frente a 3 por ciento que tuvo acceso a farmacoter­apia.

Con datos de las encuestas realizadas en el país, Hernández recordó que la edad de inicio en el consumo de cigarros bajó de 20.4 a 19.3 años de edad entre 2011 y 2016, y entre quienes fuman a diario subió el consumo de 5.6 a 7.3 cigarrillo­s.

Respecto de la publicidad, Érick Antonio Ochoa, de la Fundación Interameri­cana del Corazón, señaló que aún se permite en lugares que supuestame­nte son exclusivos para adultos, así como los mensajes por correo electrónic­o.

El Convenio Marco para el Control del Tabaco, suscrito por México en 2004, plantea que se debe prohibir todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio de estos productos, recordó.

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