Rotundo no de Anaya a que Calderón se integre a su equipo
Visitó Chalco y ofreció introducir el Metro a esa región
La sombra de Felipe Calderón Hinojosa y las diferencias con él en el seno del Partido Acción Nacional (PAN) son una pesada carga para Ricardo Anaya Cortés, candidato de la coalición Por México al Frente a la presidencia de la República.
Ayer, el queretano, inmutable –sin dejar de sonreír–, respondió a la imputación del ex presidente, quien lo acusó de abuso de poder mientras estuvo al frente del PAN. Y reviró con un ¡no! seco a la posibilidad de invitar al michoacano a ser partícipe de su proyecto.
El lunes el michoacano Calderón escribió un tuit contra el queretano Anaya: “Por eso abusaste de tu poder para cancelar la democracia interna del PAN y violentar los derechos políticos de una mujer (Margarita Zavala) que era la candidata más viable en el PAN y en el país. Pregúntale también a tu mamá si eso estuvo bien”.
La víspera el candidato de la coalición Por México al Frente subió a esa red un tuit en reconocimiento de su mamá: “A mí no me cuentan que una mujer es la primera en levantarse y la última en irse a dormir, yo lo vi siempre con mi mamá”.
Al abandonar el Palacio de Minería, en el Centro Histórico de Ciudad de México, Ricardo Anaya acompañó a su esposa a una camioneta Suburban. Los reporteros que se encontraban a unos 20 metros de distancia le gritaron con fuerza para recordarle que ahí se encontraban para entrevistarle.
El candidato presidencial, después de un rato, se colocó en medio de los reporteros.
–¿Qué opinión le merece el tuit de Calderón?
–Yo respeto mucho a Margarita Zavala y no voy a polemizar con el ex presidente.
–Pero es su esposo.
–No voy a polemizar con él. Nada, no voy a polemizar con él.
–¿Se cae la posibilidad de un acercamiento con ella (Zavala)?
–No. Tenemos comunicación, mucha gente de ella se está sumando a nuestro proyecto, en distintas partes del país. Con él no voy a polemizar.
Ricardo Anaya trató de mitigar el efecto de las preguntas. Respondía lacónico y en ocasiones omiso.
–¿No vale la pena responder a Felipe Calderón después de lo que dijo de usted?
–No voy a frasear en esos términos. Lo dejo como lo dije: Respeto mucho a Margarita y no voy a polemizar con el ex presidente.
–¿Por qué no se ha reunido con Margarita?
–Tenemos comunicación y mucha de la gente que la apoyaba se está sumando de manera decidida a nuestro proyecto. –¿Cómo quién?
–Muchos. Está sucediendo en los estados… Se está dando la integración de los equipos en Baja California, en Morelos, en Yucatán.
–¿Llamará al ex presidente Felipe Calderón a su proyecto?
–¡No! Me quedo hasta donde les dije. ¿Algún otro tema o este es el único?
De retirada, con su eterna sonrisa, pero con el enojo manifiesto, soltó en susurro a los periodistas: “hoy vienen monotemáticos”.
Por la tarde, en una pletórica plaza de Chalco, cuna de los programas asistencialistas (desde aquel Solidaridad invención de Carlos Salinas de Gortari), Anaya ofreció tres acciones para Valle de Chalco. La primera de ellas fue la construcción de un hospital.
También ofreció la introducción del Metro a Chalco, y remarcó a la gente que él sí va a cumplir, en evidente alusión a la promesa de campaña que hace seis años hizo el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto.