La Jornada

Desigual y fragmentad­a la seguridad social en México, advierte el Coneval

Sin pensión, la cuarta parte de los mayores de 65 años

- ANGÉLICA ENCISO L.

convencion­alismos; su adolescenc­ia en Navajoa, Sonora, incursiona­ndo en las lecturas de un tal Vladimir Ilich Lenin, para susto de su mamá. Y luego sus años de periodista intrépida, íntegra, mujer cabal.

Y la personalid­ad arrollador­a del bato culichi. Tan confianzud­o, lo recordó su viuda, que si uno le abría la puerta de su casa no tardaba mucho en acomodarse y en poco tiempo ir a abrir la puerta del refrigerad­or, a ver qué encontraba. “Monaguillo, aunque ustedes no lo crean, vendedor de mariscos, de ropa de segunda mano hasta llegar, empírico, a la profesión que ejerció con excelencia, su periodismo, con compromiso, conviccion­es y dignidad”.

Recuerdos y memoria

Carmen Lira sostuvo: “Dicen que el verdadero final de una persona no llega con su desaparici­ón física, sino cuando su entorno social, familiar y laboral la olvida. Y nosotros no hemos dejado de pensar en ellos ni un solo día ni vamos a olvidarlos. Es al revés: desde que los asesinaron los pensamos con una intensidad mayor: tratamos de compartir sus pensamient­os, nos esforzamos en contagiarn­os de sus ideas, su curiosidad, de su integridad profesiona­l y de su amor por el oficio”.

Concluyó exhortando a los trabajador­es y periodista­s de La Jornada: “Impregnemo­s con su presencia nuestro sitio de trabajo”. La protección social es fragmentad­a y desigual en cuanto al acceso y calidad de los beneficios que brindan los programas que la conforman, advirtió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Como ejemplo, en 2016 casi 26 por ciento de las personas mayores de 65 años no tenía algún tipo de pensión o programa de apoyo económico.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, en ese mismo año un adulto mayor con pensión contributi­va recibía 5 mil 564 pesos en promedio al mes, mientras que un adulto mayor beneficiar­io de programas de apoyo no contributi­vos recibía 536 pesos en promedio, lo cual refleja la fragmentac­ión y diferencia­ción en la cobertura y beneficios del sistema de protección social.

La Evaluación Estratégic­a de Protección Social 2018, dada a conocer ayer, refiere que la falta de acceso a la seguridad social aún es el derecho social del que más carece la población, ya que con base en datos de 2016, 55.8 por ciento de la población (68.4 millones de personas) no tenía acceso a la seguridad social.

Ante ello se debe buscar un esquema de protección social universal que ayude a reducir las brechas más urgentes y promueva una mayor igualdad para toda la población.

“La protección social debe preservar la seguridad económica de las personas y de sus hogares ante el desempleo, la enfermedad, la invalidez, la muerte y la vejez”, señala.

La presencia de eventos coyuntural­es puede aumentar la pobreza, así como profundiza­r los niveles de quienes ya están en esa situación e imponer mayores obstáculos a los hogares pobres para salir de esa condición. Entre los hallazgos reportados está que, comparada con hace 20 años, la protección social hoy es más amplia, debido a la mayor cobertura de programas sociales, en especial de aquellos dirigidos a la población con menos recursos.

La fragmentac­ión se debe a que las políticas de desarrollo social no están asociadas a derechos, no se beneficia a toda la población y el nivel de acceso y calidad de los programas es desigual en términos horizontal­es, ya que se entregan beneficios diferentes a individuos con riesgos similares.

En cuanto a los servicios de salud, indica que el paquete de beneficios entre las institucio­nes de salud es diferencia­do en términos de contenido y extensión, en detrimento de quienes carecen de acceso a una institució­n de seguridad social. Las condicione­s actuales del sector obstaculiz­an la cobertura universal y dificultan la utilizació­n de los servicios por parte de la población, en particular de los más vulnerable­s.

 ??  ?? La directora de La Jornada, Carmen Lira, acompañada de Carlos Payán, director fundador del diario; las hermanas de Miroslava Breach, Mirabel y Rosy, además de Griselda Triana, viuda de Javier Valdez ■ Foto Carlos Ramos Mamahua
La directora de La Jornada, Carmen Lira, acompañada de Carlos Payán, director fundador del diario; las hermanas de Miroslava Breach, Mirabel y Rosy, además de Griselda Triana, viuda de Javier Valdez ■ Foto Carlos Ramos Mamahua

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