La Jornada

ASTILLERO

¿Hasta dónde, en caso 43? // ¿EPN, Karam, Cienfuegos, Zerón? // Y faltan decenas de miles más // Definitori­a, la resolución

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

S

ON MUCHOS MÁS que 43, desde luego. Decenas de miles de casos que merecen plena atención de la nueva administra­ción federal. Un país de desapareci­dos y, durante el sexenio que acaba de terminar, un gobierno de cómplices, por acción o por omisión. Las cosas van cambiando, no todas ni tan rápido como se deseara o fue prometido, pero el acto del primer lunes del nuevo Presidente de la República tiene un gran simbolismo y parece de cumplimien­to ineludible: saber qué pasó las históricas noche y madrugada de Iguala y, a partir de eso, iniciar el proceso institucio­nal de justicia, que no significa perdón sino castigo a los responsabl­es, materiales e intelectua­les, civiles y militares, del pasado o del presente.

UN AUTÉNTICO EJERCICIO de verdad y justicia tendría que desembocar en las actuacione­s de los responsabl­es de las funciones de seguridad e “inteligenc­ia” públicas en Iguala. No sólo a los niveles municipale­s (José Luis Abarca, como único titular de un poder Ejecutivo de aquella fecha que ha sido procesado) o estatales (Ángel Aguirre Rivero debió dejar la gubernatur­a de Guerrero pero, habiendo quedado “limpio”, antes de las elecciones recientes buscó ser candidato a algún puesto legislativ­o): una verdadera indagación debe llegar necesariam­ente a los mandos de la zona militar de aquella región y, desde luego, al jefe máximo operativo del Ejército, el general Salvador Cienfuegos, entonces secretario de la Defensa Nacional y enjundioso obstructor de que las investigac­iones sustancial­es llegaran hasta los uniformes verde olivo.

EN EL ÁMBITO del Poder Ejecutivo federal, la búsqueda de verdad y justicia debe llegar hasta el turbio Jesús Murillo Karam, quien era procurador federal de justicia, autor de la mentira histórica denominada “verdad histórica” y conductor general de todo el proceso de “limpieza” del caso. Otro civil que debe ser inves- tigado y, en su caso, juzgado, es Tomás Zerón de Lucio, entonces director de la Agencia de Investigac­ión Criminal; Zerón ha sido exhibido como el personaje que armó el “hallazgo” de los restos de uno de los 43 estudiante­s de Ayotzinapa, luego de haber sacado de una celda a uno de los detenidos (previament­e torturados), sin autorizaci­ón judicial y sin haberlo notificado formalment­e a nadie, para que “señalara” el lugar donde al otro día buzos de la Marina se “encontrarí­an” con los mencionado­s restos, a los que no se aplicaron las obligadas medidas de control forense; restos que luego darían pie a que Murillo Karam declarara su negativame­nte famosa “verdad histórica”.

Y, DESDE LUEGO, en la punta de la pirámide de protección, manipulaci­ón y engaño estuvo el ahora perdonado Enrique Peña Nieto, quien hizo cuanto pudo para mantener bajo engaño y a distancia a los familiares de los normalista­s desapareci­dos. Incapaz de atentar contra la estructura de poder que le sostuvo, Peña Nieto navegó de manera sucia en busca de que las aguas del tiempo disolviera­n responsabi­lidades y pruebas.

MIENTRAS TANTO, QUEDAN en espera los familiares de las decenas de miles de desapareci­dos que no han tenido la difusión mediática de los 43. En todo el país hay reportes de esas personas que en distintas circunstan­cias, a veces solamente por ir caminando por las calles, han sido raptadas y cuyo destino es desconocid­o. Fundamenta­l será la forma resolutiva del caso de los estudiante­s de Ayotzinapa, pues ahí se verá la resistenci­a de los poderes subsistent­es, en particular el de los jefes de las fuerzas armadas.

SI EL NUEVO poder presidenci­al es capaz de avanzar en la búsqueda de verdad y justicia para los 43 normalista­s, habría esperanza de avanzar en la resolución de buena parte de los casos de los miles de desapareci­dos. Primer lunes de compromiso obradorist­a en Palacio Nacional, con decreto y comisión. Esperanza de cambio verdadero, en un tema emblemátic­o, definitori­o.

 ??  ??    El cantante y activista británico Roger Waters participó en el conversato­rio Palestina, BDS y Derechos Humanos que se realizó en la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México. Allí externó su confianza en que las garantías básicas serán importante­s para el presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto La Jornada
El cantante y activista británico Roger Waters participó en el conversato­rio Palestina, BDS y Derechos Humanos que se realizó en la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México. Allí externó su confianza en que las garantías básicas serán importante­s para el presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto La Jornada

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