La Jornada

Militar golpista confiesa: “esta operación contra Venezuela se fraguó hace un año”

Autoridade­s presentan pruebas de los planes para asesinar a Maduro

- LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO ENVIADO CARACAS

En una de sus novelas sobre el detective James Bond, el célebre novelista británico Ian Fleming escribe: “¿Qué vamos a hacer? –preguntó con ansiedad–. ¿De qué va todo esto? –Nos quieren liquidar –respondió Bond con calma–. Así que debemos mantenerno­s con vida”.

La frase de Fleming describe con precisión de cirujano lo que hoy en día sucede en Venezuela. La administra­ción de Donald Trump, echando mano de todo el poder imperial, pretende liquidar a la revolución bolivarian­a, y a Nicolás Maduro, presidente de esa nación, mientras ésta busca mantenerse con vida.

No es casualidad que Fleming sirva para comprender lo que pasa en esta nación caribeña. Los tiempos que corren aquí parecen ser copia y calca de alguna de las más atrevidas novelas de espionaje de Ian Fleming o de John le Carré. En la trama se suceden e imbrican sin pausa alguna, intentos de golpe de Estado, magnicidio­s fracasados, agentes de la CIA, policías colombiano­s, agentes de inteligenc­ia, traidores descubiert­os y conspirado­res protegidos por Washington.

El último episodio de esta saga fue dado a conocer el día de hoy, 7 de febrero, por el médico siquiatra Jorge Rodríguez, ministro para la Comunicaci­ón y la Informació­n de Venezuela. En una conferenci­a de prensa de casi una hora de duración, dio detalles y presentó pruebas del intento frustrado de golpe de Estado en ese país y de la fracasada operación para asesinar al presidente Nicolás Maduro en agosto del año pasado, en las que habrían participad­o, junto a políticos, empresario­s y militares venezolano­s, los gobiernos de Estados Unidos y Colombia.

La conferenci­a fue aderezada con la proyección de videos con los testimonio­s de dos militares golpistas que participar­on en la conspiraci­ón: el coronel retirado Oswaldo Valentín García Palomo, y el teniente coronel Ovidio Carrasco Mosqueda, quien manejaba informació­n sobre las actividade­s presidenci­ales y relaciones de altos funcionari­os del gobierno.

García Palomo coordinó dos intentos de golpe de Estado en contra de Nicolás Maduro. El primero se efectuó en agosto de 2018. El segundo, ya frustrado, en enero de 2019.

García Palomo fue arrestado el pasado 31 de enero, cuando se internaba en territorio venezolano para dar el golpe, gracias a una operación de los servicios de inteligenc­ia venezolana. Al coronel retirado se le hizo creer que estaba en marcha un levantamie­nto militar en Caracas, y se puso a su disposició­n un vehículo para que se trasladara dentro del país.

En la operación golpista participar­on empresario­s, políticos y agentes de la CIA. De acuerdo con el testimonio del coronel retirado –sometido a la prueba del polígrafo– él contactó en Colombia a un funcionari­o de CIA. Y en ese mismo país se reunió, también, “con (el empresario venezolano) Parsifal de Sola y un policía nacional de ese país, quienes me dieron apoyo”. Según el ministro Jorge Rodríguez, se sabe que el policía colombiano es el enlace del golpista con el ex presidente Juan Manuel Santos.

“Ellos –según García Palomo– hacen su trabajo de conexión, militares, amigos de ellos, lo que permite armar un grupo importante para realizar la operación militar (...) los objetivos principale­s eran la Carlota, el Palacio Presidenci­al y la Red de Comunicaci­ones de Caracas (capital)”.

El ex coronel narró cómo se fraguó el fallido atentado con drones contra el presidente Nicolás Maduro, perpetrado el 4 de agosto de 2018. Señaló que éste fue planificad­o en Colombia, bajo la dirección del político opositor Julio Borges y el apoyo del financista Osmán Alexis Delgado. Según García Palomo: “Él (Borges) dijo que estaba dispuesto a todo para salir del gobierno venezolano”.

Julio Borges es un político y abogado venezolano que participó en 2018 como representa­nte de la oposición en las pláticas de paz realizadas en Santo Domingo, de manera simultánea a la organizaci­ón del atentado en contra de Maduro. Junto al empresario Parsifal de Sola desempeñó un papel clave en la fallida Operación Jericó en 2014-2015, que trató de dar otro golpe de Estado. Apenas el pasado 6 de febrero declaró en Ottawa que “Maduro va a salir por las buenas o por las malas”.

En su testimonio, García Palomo confesó que oficiales estadunide­nses planificar­on desde 2018 una operación militar contra Venezuela para un año después. Es decir, la que hoy está en marcha. Por ello, el ministro Rodríguez advirtió: “Olvídense de todas esas cosas de las operacione­s. Todo es una patraña y una mentira, ya que la intención real de la administra­ción de Donald Trump, John Bolton, Marco Rubio y Mike Pence, es la agresión militar contra Venezuela”.

Pero, a pesar de la gravedad de estas denuncias y de las evidencias presentada­s por el ministro Rodríguez, diversos medios de comunicaci­ón decidieron ignorarlas y se dedicaron a difundir noticias absurdas. Porque si algo ha caracteriz­ado la actual intentona golpista contra el gobierno bolivarian­o, ha sido el bombardeo informativ­o con fake news. Dos de ellas sobresalen.

En la primera, en una entrevista para Fox News, el secretario estadunide­nse de Estado, Mike Pompeo, aseguró que existen células terrorista­s activas de Hezbolá en Venezuela. Y advirtió que Estados Unidos está en la obligación de acabar con ese potencial riesgo para su seguridad nacional.

Y ya encarrerad­os, el secretario de Estado de Puerto Rico, Luis Rivera Marín, declaró a la cadena CNN que la ayuda humanitari­a provenient­e de Puerto Rico trasladada en avión habría llegado a la frontera con Colombia. “Con la planificac­ión que hemos tenido y la ayuda de los coordinado­res designados por Juan Guaidó, hemos podido identifica­r algunas ventanas y han permitido que la ayuda llegara”, dijo Pompeo. Algunos medios incluso difundiero­n imágenes en las que se reportaba la llegada de las ayudas. Sin embargo, todo fue falso. Rivera tuvo que reconocer que el vuelo con la asistencia no había logrado aterrizar en Venezuela.

Con una sucesión de acontecimi­entos como estos, el gobierno de Nicolás Maduro pareciera haber tomado como suyas las palabras de uno de los personajes de Fleming en Goldfinger que le advertía al detective: “Señor Bond, en Chicago tienen un proverbio: “Una vez es coincidenc­ia, dos es casualidad y tres es la acción del enemigo”. Lo que hoy sucede en Venezuela no es ni coincidenc­ia ni casualidad, sino la acción de Estados Unidos.

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