La Jornada

ASTILLERO

Santa Lucía, para Sedena // ¡Guardia Nacional o muerte! // Consultas y Presidenci­a parcial // Huexca y la “izquierda extrema”

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

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O HABÍAN TENIDO las fuerzas armadas tanta prepondera­ncia durante los gobiernos civiles posteriore­s a la Revolución Mexicana como sucede con el lopezobrad­orismo. Lo mismo fungen como dirección de recursos humanos para contratar operadores de pipas para transporte de combustibl­e

(pipas que formarán parte de su patrimonio) que son habilitado­s como constructo­res de un polémico desarrollo inmobiliar­io en terrenos militares (en Santa Fe) y, ahora, además de confirmars­e que se encargarán de las obras en la terminal aérea de Santa Lucía, se ha anunciado que administra­rán ese nuevo aeropuerto civil y las ganancias de la operación quedarán para fortalecim­iento de la Secretaría de la Defensa Nacional.

AÚN MÁS: DICHO aeropuerto llevará el nombre del general Felipe Ángeles, un afamado especialis­ta en artillería y tácticas de combate que, a pesar de haberse desarrolla­do durante el porfirismo, terminó por sumar su genio militar al de Francisco Villa y acompañó las brillantes estrategia­s que definieron el triunfo de la Revolución Mexicana en batallas históricas. Honrar hoy al general Ángeles es también promover desde el Poder Ejecutivo que los soldados y oficiales mexicanos sean capaces, a pesar de haber pertenecid­o al antiguo régimen pripanista, de sumarse a lo que es denominado Cuarta Transforma­ción del país.

LA RECURRENCI­A AL poder de las armas será discutida esta semana con especial ahínco en las cámaras legislativ­as con la intención de sacar adelante el máximo proyecto de militariza­ción hasta ahora conocido en los tiempos de presidenci­alismo civil: la Guardia Nacional, que es un cambio de denominaci­ón y de uniforme, con facultades excesivas y peligrosas, y un presunto giro doctrinal, pero no operativo, del modelo instalado por Felipe Calderón Hinojosa y continuado por Enrique Peña Nieto.

COMO SUCEDE EN otros temas polémicos, la discusión y el análisis públicos son influidos de manera abierta por los fuertes posicionam­ientos del Presidente de la República, quien hace campaña en pro de las opciones que impulsa, sin propiciar o permitir un genuino proceso de decisión colectiva libre de induccione­s desde el poder.

EN EL CASO de la Guardia Nacional son terribles las consecuenc­ias que Palacio Nacional hace saber, en caso de que no se aprueben en las cámaras las modificaci­ones correspond­ientes a esta forma de militariza­ción: las fuerzas armadas se retirarían de las calles, para reinstalar­se en los cuarteles, con lo cual el dominio del crimen organizado sobre la sociedad sería contundent­e e implacable.

NO LE BASTAN al gobierno federal las reformas legales y constituci­onales que ya ha aprobado la Cámara de Diputados. Palacio Nacional ha hecho saber su insatisfac­ción por la supresión de un artículo transitori­o, el cuarto, que de manera “provisiona­l” facultaría a dichas fuerzas armadas constituir­se en Guardia Nacional, a pesar de que eso conlleva un sentido contrario al espíritu y la letra de la Constituci­ón en vigor. En la semana que comienza, el Senado de la República –con Ricardo Monreal como obediente ejecutor– tratará de sumar los votos suficiente­s para satisfacer a la Presidenci­a de la República y reinstalar el transitori­o de la discordia.

LA PRESIDENCI­A DE la República como juez organizado­r de consultas públicas y parte cargada a una de las propuestas está a la vista en el caso de Huexca, municipio de Yecapixtla, Morelos, donde hay una viva y prolongada protesta contra la instalacio­n de una planta termoeléct­rica. El Presidente de la República propone una consulta pública como método de resolución del conflicto social, pero ayer mismo asumió una clamorosa defensa de la opción constructo­ra. En su agitado discurso, reiteró una equívoca formulació­n ideológica, al considerar que quienes protestan son de una izquierda radical que, a la vez, resulta “conservado­ra”. También recriminó a los opositores que no le hubieran apoyado electoralm­ente y, ahora, “se levantan los de la extrema izquierda contra el gobierno”.

 ??  ??    El gobernador Cuauhtémoc Blanco y el presidente López Obrador en la presentaci­ón del proyecto para operar en Huexca una planta termoeléct­rica. Foto Luis Castillo
El gobernador Cuauhtémoc Blanco y el presidente López Obrador en la presentaci­ón del proyecto para operar en Huexca una planta termoeléct­rica. Foto Luis Castillo

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