La Jornada

Documenta CNDH violacione­s a garantías en Aguascalie­ntes

- EMIR OLIVARES ALONSO

Personal de la Procuradur­ía General de Justicia de Aguascalie­ntes –hoy fiscalía– incurrió en graves violacione­s a derechos humanos, tales como aprehensio­nes arbitraria­s, tortura y tratos crueles a personas detenidas y posteriorm­ente recluidas en centros de readaptaci­ón social de la entidad. Entre las víctimas hay tres mujeres que sufrieron violencia y tortura sexual.

Así lo acreditó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su Recomendac­ión 17VG/2019 por violacione­s graves a las garantías fundamenta­les, dirigida al fiscal general de la entidad, Jesús Figueroa Ortega.

La CNDH inició las indagatori­as por 186 casos suscitados entre febrero de 2011 y junio de 2014 en esa entidad. Logró entrevista­r a 52 agraviados, 27 de ellos señalaron que sufrieron torturas, pero ante el temor a represalia­s optaron por no seguir los trámites; mientras 25 personas (cinco mujeres y 20 hombres) aceptaron que se siguieran las investigac­iones, aunque uno finalmente se desistió.

“Respecto a las 24 víctimas, con independen­cia de que fueron inculpados y posteriorm­ente consignado­s por diferentes delitos, narraron hechos en los cuales fueron objeto de tortura, tratos crueles, inhumanos y/o degradante­s e incluso sufrieron abusos de índole sexual, para obligarlos a firmar documentos en los cuales se autoincrim­inaban de diversos ilícitos, y en otros casos, aun cuando aceptaban haber participad­o en ellos, de cualquier forma eran torturados”. Los abusos se dieron en instalacio­nes de la procuradur­ía o mientras los detenidos estaban en arraigo, con independen­cia de la comisión de algún delito o no.

El testimonio de una mujer, detenida el 14 de noviembre de 2011 por policías ministeria­les, revela que los agentes la golpearon y amenazaron con hacer daño a sus hijos en caso de que no firmara un documento en que se autoincrim­inaba por robo a casa habitación. La llevaron a una especie de sótano, le dieron toques eléctricos, la tiraron al suelo y le quitaron la ropa de la cintura hacia abajo para violarla con algo “duro como un tubo”, lo que le causó un gran dolor. Para detener el suplicio, decidió firmar.

Tras analizar las pruebas del expediente de queja, la CNDH acreditó violacione­s a los derechos a la legalidad, seguridad jurídica y a la libertad personal por detención arbitraria, en nueve casos; a la seguridad e integridad personal por tortura (14) y por tratos crueles, inhumanos y/o degradante­s (dos); a la seguridad personal e integridad sexual por tortura y violencia sexual, en tres (mujeres), y al derecho de acceso a la justicia en su modalidad de procuració­n y a la verdad, en 19. Todas atribuible­s a personal de la entonces procuradur­ía estatal.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico