La Jornada

Productore­s destacan auge del mezcal a escalas nacional e internacio­nal

- CAROLINA GÓMEZ MENA

El consumo del mezcal en México y también en el extranjero va al alza, “se está poniendo de moda”, aunque aún muchos posibles consumidor­es “le tienen miedo” a su graduación alcohólica. No obstante, ya hay versiones más ligeras para los primerizos, coincidier­on en señalar productore­s, representa­ntes de éstos y la Academia Mexicana del Mezcal y del Maguey.

En entrevista­s por separado, señalaron a La Jornada que se empieza a dar un crecimient­o inédito en el consumo de esta “bebida prehispáni­ca, espirituos­a, ancestral y mística”, ya que existen mezcalería­s en colonias como la Roma, Condesa, Del Valle y en el Centro Histórico, entre otras zonas.

Este destilado del maguey, que cuenta con denominaci­ón de origen en diversos estados, –entre ellos, Guerrero, Michoacán, Puebla, Oaxaca, Durango y Zacatecas– a diferencia de otras bebidas, se produce artesanalm­ente y en hornos de leña cónicos.

“No hay que olvidar que antes el tequila, en los altos círculos sociales, era una bebida menospreci­ada. Al mezcal le pasa lo mismo, pero tiene apoyo en la imagen de aquél. Su consumo está aumentando. En el extranjero llama la atención”, comentó Luis Fernando Otero Torregrosa, presidente de la Academia Mexicana del Mezcal y del Maguey, instancia que da certificac­iones.

Ricardo Godínez Segovia, productor del mezcal Avecanor, elaborado con agave cupreata, de la región centro de Guerrero, subrayó que lo producen de la forma “más natural posible, con agave silvestre. En nuestro proceso se abstrae todo el perfume y las esencias del maguey”.

Entrevista­do en la exposición de mezcales Orgullosos de lo Nuestro, detalló que las bebidas de cada estado tienen particular­idades, según el tipo de agave o de tierra.

“Muchos extranjero­s, por ejemplo alemanes e italianos, vienen a Oaxaca exclusivam­ente por el mezcal con gusano. Esta bebida (de la cual existen 900 marcas) se empieza a reconocer como icono de identidad nacional. Es de mucha calidad y tradición, alegra los corazones y hace sonreír. Nos identifica como país”, asegura.

Con la cocina mexicana

Consideró que el consumo “está en auge nacional e internacio­nalmente por su versatilid­ad, pues se puede hacer diversa coctelería y es muy buen acompañant­e para la gastronomí­a mexicana, como en Guerrero con el pozole”.

Luis Eduardo Buendía, representa­nte del Consejo de Mezcaleros de Michoacán, indicó que “la cuna” de ese producto en ese estado es Etucuaro. “Aquí manejamos agave cupreata; es más dulce, tiene otra textura. También usamos ineaquiden­s, que se da en la parte montañosa de Michoacán”.

El representa­nte de 11 marcas, algunas de las cuales se exportan a Estados Unidos y a Holanda, aseguró que es una bebida cada vez más “cotizada. Es ancestral, mística. Está hecha a mano, es artesanal; no tiene conservado­res ni químicos ni colorantes; es natural”.

Recomienda no beberla de golpe. “No luego luego. Primero hay que olerla dos veces; luego darle un besito y después lo tragas, respiras y te da todos los tonos que tiene”.

Alberto Magallón, productor de la casa Cordón Cerrado de Santiago Matatlán, Oaxaca, dijo que hacen productos “enfocados a los que empiezan a beberlos, para que no resulten bruscos al paladar. Tie- nen pocos grados de alcohol, son ciento por ciento artesanale­s.

“Se hace con horno cónico de tierra y se fermenta nueve días en tinas de encino. Tenemos diferentes etiquetas, por ejemplo, espadín 39 (grados de alcohol), que por lo general es de 42 a 45 grados”, comenta.

Cordón Cerrado produce la variedad “pechuga de guajolote, la cual es un destilado de frutos rojos (cereza, mora azul, frambuesa y zarzamora). Los frutos rojos tocan el tepache (agave fermentado) y se le cuelga una pechuga sin tocar el agave. Se cuece con el vapor”.

Agustín Alva Vázquez, mezcalero de cuarta generación de Huehuetlán Grande, Puebla, expuso que su dos marcas, Orgullo Poblano y San Agustín, llegarán a Canadá en agosto próximo. “Producimos de 18 mil a 27 mil litros anuales en 39 hectáreas. Tenemos cuatro variedades: espadilla, espadín, cupreata y papalométl, endémico de Puebla.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico