Somos críticos de Nestlé, pero con sustento: CNOC
Nestlé paga a los productores mexicanos de café el equivalente a 80 por ciento del precio que se cotiza en la Bolsa de Nueva York, no 5 por ciento arriba, como aseguró Juan Pardo, director de asuntos corporativos de la empresa, aseveró la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
Tampoco es verdad, abundó, que la mitad de los 80 mil toneladas de café que la trasnacional adquiere en México –equivalentes a un millón 679 mil sacos de 60 kilos cada uno–, sea robusta porque eso implicaría 670 mil sacos, cuando ni siquera toda la producción nacional de esa variedad ha alcanzado dicho nivel.
La CNOC, a través de Fernando Celis, asesor y representante jurídico de la organización, refutó diversas afirmaciones que Juan Pardo hizo a La Jornada, en una entrevista publicada el pasado lunes 11 de febrero, sobre la participación que la trasnacional tiene en el sector cafetalero mexicano y, particularmente, por la fábrica que construye en Veracruz que ha ocasionado críticas y el rechazo de varias organizaciones.
“Es importante que desde la empresa Nestlé sean más transparentes y precisos con los datos que manejan”, demandó la coordinadora. La Nestlé, por conducto de intermediarios, paga a los productores mexicanos por un quintal de café (57.5 kilos) un precio que representa 80 por ciento del precio a que se cotiza en la Bolsa de Nueva York, que en esta semana se ubicó en 100.20 dólares.
Si Nestlé pagara, como afirmó Pardo, un 5 por ciento más a los caficultores mexicanos erogaría más de 2 mil pesos por quintal de café verde, pero sólo reciben alrededor de mil 500 pesos, sostuvo Celis.
Pardo afirmó que Nestlé “importa un complemento muy pequeño de café robusta”, pero el representante jurídico de la CNOC aseguró que funcionarios de la misma empresa han declarado en reuniones con caficultores que “las importaciones no son menores de 1.5 millones de sacos anuales, de los cuales una parte se utiliza en la fabricación local del café soluble, y otra parte se maquila y se exporta, principalmente hacia Estados Unidos”.
En torno a la planta de Veracruz, recordó que funcionarios del gobierno del estado fueron quienes anunciaron que se emitiría una convocatoria “junto con Nestlé” para subsidiar el cultivo de café robusta, lo que provocó que una comisión de productores de café solicitaran directamente a las Secretarías del Bienestar y de Agricultura y Desarrrollo Rural (Sader) que esto no ocurriera.
Fernando Celis, señalado por Pardo como una de las personas que por décadas ha criticado a Nestlé, afirmó que “si no hubiera sustento (en las críticas), organizaciones de café no habrían firmado una declaración conjunta contra la fábrica de Veracruz y el sistema de comercialización del grano en el que la empresa ha tenido influencia desde hace años en México y en el mundo.
“A nivel internacional, el Foro Mundial de Productores del Café, en el que participan productores de México, ha solicitado por escrito a la Nestlé y otras grandes empresas del sector un diálogo y acuerdos para lograr las sostenibilidad futura de la producción de café así como precios remunerativos”, indicó.
El principal problema para los productores, dijo, es que el precio de referencia de la Bolsa de Nueva York que utilizan las empresas está dominado por fondos especulativos de inversión. “Nestlé y los grandes compradores de café a escala mundial se lavan las manos al sostener que así es el mercado y no se puede cambiar, pero podrían utilizar muy bien como referencia los precios del consumidor. Cuando Nestlé vende café obtiene un gran beneficio, porque los precios al consumidor no han bajado”, puntualizó.
Alianza multinacional
Nestlé y Starbucks lanzaron una línea de 24 productos de café – desde grano entero, tostado y molido hasta mezclas especiales – para ser comercializada escala mundial en tiendas de autoservicio y plataformas de comercio por Internet, como parte de la alianza cafetalera globlal que iniciaron en agosto de 2018. La lista también incluye las cápsulas Starbucks desarrolladas con la tecnología de Nespresso y Nescafé Dolce Gusto.
Los productos están hechos “con 100 por ciento café arábica (arábigo) de alta calidad, procedente de la compra ética a agricultores de las principales regiones caficultoras de todo el mundo”, aseguraron las empresas y destacaron que el café que Starbucks podrá ser disfrutado por los consumidores en sus propios hogares.
Con la alianza, Nestlé tiene “el derecho vitalicio para comercializar productos de café o té para venta directa al consumidor y canales food service en todo el mundo fuera de las cafeterías Starbucks, exceptuando bebidas preparadas”.